06/12/2025
01:31 AM

Los modestos 'baby boomers” hondureños

los “baby boomers” son la generación de los nacidos entre 1946 y 1964. La denominación parte del “boom” de bebés que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque en muchos casos se habla de las generaciones como algo global, es muy difícil que se aplique a países como los latinoamericanos porque nosotros hemos vivido realidades muy diferentes a aquellas que han motivado “booms” de población de los países desarrollados.

En Honduras tener un empleo es un verdadero reto y hablar de pensiones es casi un sueño. Cuatro sistemas de previs ión públicos y uno privado son las opciones para casi cuatro millones de personas en edad de trabajar.

El sistema más débil es el que más agremiados tiene ya que 650,000 personas cotizan al Seguro Social, un ente cuestionado recientemente por mal uso de fondos y que tiene las pensiones más bajas del sistema. De 1,500 a 3,900 lempiras es la pensión promedio en ese ente.

Recién se aprobaron reformas al Injupemp, Inprema y al Instituto de Previsión Militar (IPM). En el caso de Injupemp, se elevó la edad de jubilación de 58 a 62 años de edad y los años de cotización de 10 a 15 años. La reforma entró en vigor el 13 de mayo de 2014.

Es así que aquellos trabajadores públicos que nacieron entre 1946 y 1964, que ya superan los 50 años de edad, y los mínimos de cotización establecidos en las leyes de previsión han comenzado a devengar jubilaciones que van desde los 2,400 lempiras a los 120,000 lempiras mensuales. Y es que un reducido número, entre ellos médicos especialistas con dos plazas en los hospitales públicos, lograron cerrar su ciclo con pensiones de 90,000 a 120,000 lempiras mensuales.

Súper altos, modestos y penosos

Las rentas que se pagan a los “baby bommers” hondureños son variables, ya que son valores ligados al ente de previsión al que se encuentran afiliados, a la edad de retiro, los años laborados y los salarios en base a los cuales cotizaron.

El Injupemp y el Inprema ofrecen las mejores opciones. Una minoría de médicos y maestros lograron retirarse del mercado laboral con altas rentas.

En el caso del Injupemp, la planilla con rentas más altas está conformada por 23 médicos con jubilaciones entre los 90,000 y los 120,000 lempiras mensuales. Estos profesionales trabajaron y cotizaron con base en los altos salarios devengados en dos plazas en los hospitales públicos.

La cifra es mayor a la que reciben los expresidentes, reconoce la directora ejecutiva del Injupemp, Martha Doblado.

Aunque el salario de los mandatarios aumentó en los últimos años, el expresidente que mejor se jubiló es Roberto Micheletti, “con cerca de los 40,000 lempiras”.

La jubilación del expresidente Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) es de 9,000 lempiras; la de Carlos Flores (1998-2002) de L 12,000; la de Ricardo Maduro (2002-2006) de 10,000 lempiras, y la de Manuel Zelaya (2006-28 de junio de 2009) y de Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) es de 30,000 y 32,000 lempiras, respectivamente.

En abril de 2014, el número de jubilados del Injupemp era de 10,581 personas y de 1,353 la de pensionados, para un total de 13,010 beneficiarios. La renta promedio pagada fue de 10,394 lempiras. La planilla pagada en ese mes ascendió a 124,043,574.90 lempiras. La media de edad de estos beneficiarios era de 62 años.

Maestros con altos salarios

Después de una profunda crisis financiera que le tuvo al borde del colapso, el Instituto de Previsión de los Maestros (Inprema), con 80,000 docentes activos, puso en marcha un programa de rescate que implicó la aprobación de la ley de la institución y la modificación de la edad de jubilación de 50 a 56 años de edad, y de los años de ejercicio de 10 a 16 años. También se modificó la fórmula del cálculo del monto de las jubilaciones, al pasar de 36 a 120 meses.

Según las reformas, a partir del año 2015 los afiliados con 57 años de edad y 16 años de servicio podrán jubilarse con el 80% del salario devengado en los últimos años de trabajo. Por cada año extra que el trabajador permanezca en el sistema se le otorga una revalorización del 3%, con lo que puede incrementar su jubilación hasta un 90% del salario.

Al 30 de abril de 2014, la planilla de jubilados del Inprema ascendía a 14,559 jubilados y 576 pensionados. Los valores de las jubilaciones pagadas son variables, informaron fuentes de la institución. Las primeras jubilaciones se pagaron en 1971 y ascendían, en muchos de los casos, a 150 lempiras.

Actualmente, los montos mínimos se mueven entre los 2,500 y 3,000 lempiras, valores que año con año se incrementan en función de la revalorización de las rentas, y las máximas a los 50,000 lempiras, que se pagan a exministros de Educación y otros altos funcionarios de esa Secretaría que aprovecharon los altos salarios devengados en sus cargos para retirarse del sistema. El promedio de rentas pagadas en este instituto es de 17,459.81 lempiras mensuales.

“Las jubilaciones que ganamos los maestros nos alcanzan para sobrevivir. Usted no crea que nosotros podemos hacer lo que hacen los gringos (estadounidenses) que cuando se jubilan se dedican a conocer el mundo. A nosotros no nos alcanzó para eso”, dijo a D&N María Mejía, una docente que se jubiló en junio de 2013, tras 35 años de trabajo. Su primer salario fue de 138 lempiras y el último de 16,400 lempiras. “Y ese salario lo alcancé por los quinquenios”, dice.

“Mi salario hoy, casi un año después de jubilarme, me sirve para comer y comprar mis medicamentos, pagar servicios básicos y nada más. Vacacionar es un sueño”, apunta.

En el caso del Instituto de Previsión de los Empleados de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Inpreunah), pagó en 2013, 357,626,609.98 lempiras en jubilaciones e invalidez a 1,073 afiliados.

Los afiliados a este sistema pueden optar al beneficio de la jubilación a los 58 años de edad y 25 años de cotización al sistema. Según la ley de ese ente, los valores que pagan oscilan entre los 5,000 y 50,000 lempiras mensuales.

En lo que va de 2014, la junta directiva de esta institución está analizando la solicitud de retiro de 74 docentes mayores de 70 años, lo que incrementará la planilla de pagos de jubilaciones.

Ser militar tampoco garantiza una jubilación honrosa. El Instituto de Previsión Militar jubila a sus afiliados cuando cumplen los 58 años de edad y 25 años de cotización. Actualmente cuenta con una planilla de 2,500 jubilados. El promedio de rentas pagadas es de 7,500 lempiras.

IHSS, los peor jubilados

Las rentas más bajas del sistema previsional las paga el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) con unos 650,000 afiliados, que aportan mensualmente 254 lempiras al mes. Las jubilaciones que paga este sistema son las más bajas del sistema y oscilan entre los 1,500 y los 3,900 lempiras mensuales. En 2013, la planilla de jubilados y pensionados ascendía a 24,000 trabajadores.

El IHSS paga las pensiones y jubilaciones cuando el afiliado ha cumplido 65 años en el caso de los hombres y 60 años en el caso de las mujeres, y con más de 180 cotizaciones a lo largo de su vida laboral.

Jubilaciones privadas

En el sector privado se encuentra el Fondo de Pensiones Atlántida, que ofrece a los trabajadores la posibilidad de conformar un patrimonio para su retiro laboral. La afiliación a este sistema es voluntaria, así como la aportación.

La AFP Atlántida cuenta actualmente con 45,000 afiliados, con aportaciones desde 250 lempiras o 20 dólares mensuales en adelante, y un fondo de 4,000 millones de lempiras que crece a un ritmo del 30% anual, dijo su gerente general Gustavo Martínez.

En este sistema “usted decide cuánto cotizar y el beneficio, usted decide hasta cuándo tenerlo y cuándo llevarlo. No hay edad de ingreso ni edad de salida tampoco”, explica Martínez, quien dice tener casos de personas que han comenzado a cotizar a los 50, 55 y 60 años.

Si una persona de 52 años inicia hoy su fondo de pensiones con una aportación de 10,000 lempiras y una cuota mensual de 250 lempiras mensuales, en 10 años ese fondo tendrá un saldo de 78,851.91 lempiras. Si esa misma persona mantiene su aporte inicial y eleva su cuota mensual a 500 lempiras, en el mismo período su fondo será de 128,000.34 lempiras. El uso del mismo lo definirá el dueño de la cuenta.

“Tenemos afiliados de 70 años que lo que han hecho es que han traído sus patrimonios que han tenido en cooperativas, en un banco, en instrumentos convencionales y se ha dado cuenta que este es el instrumento adecuado para tener un patrimonio para futuro”, agregó.