01/05/2024
12:26 AM

Los fondos de cobertura ahora quieren negociar con Argentina

Argentina corre el riesgo de caer en default si no llega a un acuerdo con los llamados fondos rebeldes o holdouts.

Buenos Aires, Argentina.

Elliott Ma­nagement Corp., el líder de un grupo de acreedores que se re­sistieron al canje de deuda y que buscan cobrarle más de US$1.500 millones a Argentina, está listo para negociar con ese país y aceptaría bonos como par­te de un acuerdo, dijo una perso­na con conocimiento directo de la estrategia del fondo.

Tribunales de Estados Uni­dos han indicado que Argentina debe pagar a NML Capital Ltd., de Elliott, y otros fondos de cober­tura que buscan el cumplimiento de bonos que entraron en cesa­ción de pagos en 2001 si también paga la deuda reestructurada que emitió en 2005 y 2010.

El próximo pago sobre los bonos reestructu­rados se vence a finales de junio, es decir, Argentina corre el riesgo de caer en default si no llega a un acuerdo con los llamados fondos rebeldes o holdouts.

Argentina ha enviado señales contradictorias acerca de si va a negociar con esos bonistas. El miércoles, un abogado que repre­senta al país dijo en una audiencia ante una corte federal de EE.UU. que una delegación argentina llegaría a Nueva York para entre­vistarse con los fondos la próxima semana.

Pero el jefe de gabinete de la presidenta Cristina Fernán­dez de Kirchner, Jorge Capita­nich, dijo que “no hay misión o comitiva preparada para un via­je a Estados Unidos”.

La fuente familiarizada con la estrategia de Elliott dijo tener “la esperanza de que Argentina sea seria acerca de venir a la mesa a negociar” y aclaró que “no hay diálogo todavía”. Elliott está revisando acuerdos re­cientes entre Argentina y otros acreedores como un potencial modelo para un pacto, añadió la persona. Esto podría incluir una combinación de efectivo y bonos, según las fuentes.

Argentina acordó en abril pagar a la compañía petrolera Repsol SA bonos por un valor cercano a los US$5.000 millo­nes como compensación por la expropiación de su filial YPF. En mayo, Argentina aceptó pagar US$9.700 millones en un plazo de cinco años al Club de París de naciones acreedoras.

“El modelo para un acuer­do con los holdouts es en reali­dad una combinación del acuer­do del Club de París y el acuerdo con Repsol”, dijo la persona. “La capacidad de Argentina de pagar es clara; lo que no está claro es cuándo lo van a hacer”.

El miércoles, en una audien­cia con el juez Thomas Griesa en Nueva York, Robert Kohen, representante de NML Capital, apuntó a esos acuerdos como indicios de la capacidad argen­tina de pagar “sin que el mundo se caiga a pedazos”.

Otros holdouts son escépticos sobre las intenciones de Argenti­na. “No importa lo que Aurelius aceptaría en la reunión de nego­ciación de la próxima semana, ya que no creemos que Argentina tenga la intención de tener esa reunión”, aseveró Mark Brodsky, presidente de Aurelius Capital Management LP.

Un funcionario del Ministerio de Economía de Argentina dijo el jueves que todas las opciones es­taban sobre la mesa, incluyendo el envío de una posible misión a EE.UU. la próxima semana.

El jueves, la deuda argentina con vencimiento en 2033 se coti­zaba en torno de 75,5 centavos por dólar, frente a alrededor de 76,5 centavos de dólar el miércoles, se­gún operadores. Los rendimientos de los bonos, que se mueven en di­rección opuesta a los precios, au­mentaron de 11,56% a 11,87%.

La Corte Suprema de EE.UU. se negó el lunes a revisar un fallo de un tribunal inferior según el cual Argentina no podría pagar a sus tenedores de bonos de deuda re­estructurada a menos que tam­bién pague a los fondos de cober­tura más de US$1.500 millones en deuda que data de la cesación de pagos de Argentina de 2001.

El Ministerio de Economía de Argentina dijo que la ejecu­ción de la sentencia impediría al gobierno pagar los intereses de la deuda reestructurada que vencen a finales de este mes. Un nuevo default representaría un retroceso para Fernández de Kir­chner, que ha mejorado recien­temente las relaciones con los acreedores como una señal de que el gobierno quiere recuperar el acceso a los mercados interna­cionales de deuda. Los acuerdos de Repsol y del Club de París fue­ron hitos en ese esfuerzo.

Argentina ha batallado por con los fondos de cobertura diri­gidos por Elliott Management y Aurelius Capital Management LP, tenedores de bonos que cayeron en default de 2001. Esos fondos se negaron a participar en las rees­tructuraciones de deuda de 2005 y 2010 en el que muchos inversio­nistas canjearon con grandes des­cuentos sus bonos en default por nuevos títulos. Argentina ha re­estructurado cerca de 93% de la deuda incumplida en manos de estos otros inversionistas.

Pagarles a los fondos de co­bertura en su totalidad podría potencialmente dar lugar a recla­maciones similares de otros hol­douts por hasta US$15.000 mi­llones, con un riesgo de afrontar demandas de hasta US$120.000 millones por parte de los inver­sionistas que aceptaron los bo­nos de la deuda reestructurada. Eso permitiría a los fondos “pul­verizar la reestructuración de la deuda de más éxito de la huma­nidad”, dijo Capitanich.