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Los cepillos dentales se conectan a la web

  • 06 marzo 2014 /

Procter & Gamble y Kolibree compiten por ser los primeros en digitalizar la higiene oral.

Barcelona, España

Lo que el mundo necesita ahora es un cepillo de dientes con acceso a Internet.

Esto está claro para varias empresas de higiene oral. En lo que no pueden ponerse de acuerdo es cuál fue la primera en lanzar la tecnología.

En el Congreso Mundial de Móviles, llevado a cabo en Barcelona a fines de febrero, el gigante de productos de consumo estadounidense Procter & Gamble Co. demostró lo que llamó el “primer cepillo de dientes eléctrico interactivo disponible del mundo”. El dispositivo se conecta a un teléfono inteligente y registra los hábitos de cepillado, mientras que una aplicación ofrece consejos para el cuidado oral junto con titulares de noticias.

Una compañía francesa disputa esa aseveración. Kolibree, con sede en París, también presentó el “primer cepillo eléctrico conectado del mundo”. La empresa de 12 personas sostiene que su producto fue el pionero, ya que lo mostró en enero. El cepillo de Kolibree también registra datos dentales a través de un smartphone.

Su presidente ejecutivo, Thomas Serval, viajó al congreso de Barcelona para presentar su cepillo a unos pasos de donde P&G estaba exhibiendo el suyo.

“Para ser sincero, no iba a venir”, dijo Serval. “Pero quería asegurarme de que nadie pudiera decir que son los ‘primeros’ cuando no lo son”.

Ninguna de las dos empresas pone en duda la necesidad de un dispositivo digital dental. “Hay personas que lo están esperando fervientemente”, indica Michael Cohen-Dumani, director asociado de marketing de la división de cepillos eléctricos Oral-B, de P&G. “Realmente creo que en 10 años será difícil pensar que antes no teníamos algo como esto”, apunta.

No todos están convencidos. “Es una de esas cosas que al principio uno piensa que son geniales pero que en realidad nunca compra”, opina Karina Clarke, una agente inmobiliaria de 34 años de París. Para Clarke, la idea parece como “un microondas que se pone en la boca”.

Esta carrera para digitalizar las mandíbulas del mundo se está desarrollando en uno de los ámbitos más movidos del sector tecnológico: lo que se conoce como Internet de las cosas. Gigantes como Google Inc., que recientemente compró un fabricante de termostatos conectados a la red llamado Nest, están invirtiendo en el segmento, al igual que startups pequeñas.

Los productos nuevos incluyen medias inteligentes (para medir la forma de correr) y botellas de agua conectadas (para reunir datos de consumo del líquido).

“Estamos apenas comenzando a ver un montón de productos verdaderamente ridículos que enlazan prácticamente cualquier cosa a un teléfono”, señala Stacey Higginbotham, quien escribe sobre Internet de las cosas para la página web Gigaom.

Las raíces de los cepillos de dientes conectados a Internet se remontan a al menos dos años atrás. P&G investigaba la forma de mejorar su línea de cepillos eléctricos, que ya ofrecían pantallas con cronómetro para alentar un cepillado más prolongado, anota Cohen-Dumani. El salto a los smartphones era un paso lógico.

Casi al mismo tiempo, Serval, de Kolibree, buscaba formas de motivar a sus hijos a cepillarse más los dientes y se le ocurrió la idea de un cepillo conectado, cuenta.

Serval es un inversionista en serie en el mundo de los dispositivos ligados a la web. Formó y vendió una empresa de escáneres de códigos de barras conectados a la red y recientemente compró una participación en una startup francesa que planea lanzar un cigarrillo eléctrico enlazado a Internet.

Kolibree está apostando a sensores y analítica para mejorar el ritual diario de higiene personal. Su cepillo de dientes sónico, llamado Kolibree, incluye nueve sensores de movimiento y un algoritmo diseñado por cinco matemáticos para identificar qué cuadrante de la boca está cepillando el usuario, señala Serval.

Kolibree está diseñando su cepillo con la idea de que cualquiera, desde dentistas hasta desarrolladores de juegos, pueda crear aplicaciones para hacer uso de dichos datos.

P&G se apoya en su historia. Su marca Oral-B lanzó su primer cepillo eléctrico en 1963. La aplicación móvil que viene con el cepillo de P&G —que será parte de la línea SmartSeries de Oral-B— les indica a los usuarios cuánto tiempo dedicar a cada rincón de la boca.

“No están robando. Quiero ser muy, muy claro con eso”, dice Serval sobre P&G. “Pero hay algunas ideas e incluso algunas perspectivas en lo que están haciendo que se acercan mucho a mi propuesta”.

Cuando Oral-B promocionó su cepillo como el primero disponible en un comunicado previo al Congreso Mundial de Móviles, Kolibree afirmó que había anunciado su cepillo en enero, durante la Feria de Electrónica de Consumo en Las Vegas.

P&G comenzó a desarrollar su aplicación y cepillo mucho antes de la presentación de Kolibree en enero, asevera Cohen-Dumani. “Es imposible empezar o copiar un producto como ese en un mes”, anota. “Es quizás una coincidencia que tuviéramos la misma idea”.

P&G dice que será el primer cepillo eléctrico con conexión a Internet que esté disponible a los consumidores, en mayo en Alemania y en el resto del mundo a partir de junio. La empresa recomienda un precio minorista de US$219 en Estados Unidos. Kolibree afirma que su cepillo estará disponible en cantidades limitadas en junio y ampliamente para fines de año. Prevé un precio de entre US$100 y US$200.

Stacy Meichtry, en París, contribuyó a este artículo.