El anuncio de aumentar 17% a las tarifas hecho en su segundo día de trabajo por el nuevo gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, Roberto Martínez Lozano, además de electrocutar a los usuarios que pagan el servicio, ha causado que analistas señalen que la estatal podría evitar el incremento mediante la recuperación de la mora y evitando las pérdidas de energía.
Los datos ofrecidos por Martínez Lozano señalan que la Enee puede realizar una recuperación de tres mil millones de lempiras, la mayoría adeudados por el sector residencial.
“Aplicaremos rápidamente un programa para recuperación que toma dimensiones trascendentes. La mora de diversas instituciones alcanza quizás la cifra que se acerca a los tres mil millones de lempiras, de los cuales casi dos mil son consecuencia de la mora del sector residencial”, expresó.
Pero, además de esa cantidad, la Enee podría evitar un nuevo trancazo a la alicaída economía nacional evitando las pérdidas en su sistema de transmisión y el robo de energía.
En 2009, unas siete torres de la Enee saboteadas y dos derribadas generaron pérdidas de unos diez millones de lempiras.
Otra área en que la Enee podría ser más eficiente es la salarial. La planilla que dejó el gobierno del presidente Ricardo Maduro ascendía a 330 millones de lempiras y ahora se tiene una de más de 600 millones. “Ha sido un incremento de casi el cien por ciento sólo en personal y eso significa que la Enee es una institución inflada por las circunstancias del clientelismo político”, reconoce Martínez.
Comentó que ha conversado con miembros del sindicato y se ha convenido en hacer un saneamiento radical de la entidad en su parte operativa y de recursos humanos. “Existen medidas para no castigar al pueblo” Juan Bendeck, ex gerente de la estatal, explicó que existen otras medidas que la Enee puede aplicar sin apretar el bolsillo de los consumidores y lamentó que el país siga pagando energía eléctrica producida con petróleo porque así se está sometido a los precios que rigen el mercado internacional.
Bendeck apuntó que “no necesariamente siempre que haya un incremento en el precio del barril de crudo tendremos que castigar a la población para recuperar financieramente a la Enee”.
Las estadísticas reflejan que el 70% de la energía en el país es por térmicas y el 30% es energía limpia.
Bendeck mencionó que una alternativa en la que fácilmente podrían enfocarse las autoridades es mejorar algunas pérdidas técnicas frecuentes en el sector, como el sistema energético obsoleto, los cables malos y transformadores dañados que ya no transportan bien la energía.
Por lo anterior, la institución mantiene pérdidas que oscilan entre 15 y 17%, “en la medida en que las autoridades mejoren el sistema eléctrico de ciertas partes del país que está obsoleto e inviertan en tendidos nuevos y cables más gruesos, se minimizaría la pérdida y reduciría en 7%, quedando en 10%, y se ahorraría bastante dinero, porque eliminarla será difícil”.
Bendeck dijo que la estatal también presenta pérdidas por corrupción, hurto y robo de energía, delitos que deben castigarse, porque alcanzan el 15 y 20%. “Si identificaran a los responsables, el país se ahorraría el castigo constante dado al pueblo”.
Respecto a la mora, Bendeck dijo que “no es real, sino ficticia, porque hay cuentas de empresas ya desaparecidas más intereses acumulados y casos de clientes muertos y así es imposible recuperar el dinero”.
Estado debe pagar a tiempo
José Arriaga Yacamán, también ex gerente de la Enee, recordó que en su gestión redujo las pérdidas al 17% y su meta era llevarlas al 12%, que son los estándares internacionales que salen de las pérdidas por transmitir la energía. “Cada punto que baja representa más de cien millones de lempiras que la Enee se ahorra al finalizar el año”.
Yacamán indicó que “existen algunas medidas a corto y mediano plazo que deberían aplicarse, como cobrarles a los consumidores morosos, y eso le toca hacerlo a la empresa medidora Semeh, que tendría que ser más eficiente”.
Como segundo punto, Yacamán puntualizó que “el Estado defina lo del subsidio -a los clientes que gastan menos de 150 kilovatios por mes, que llegan a cerca de 650 mil abonados-; hasta el momento, la Enee es la que carga y absorbe ese pago de cerca de mil millones al año”, calculó el experto.
Además, incitó al Gobierno a que sea puntual al cancelar el consumo de instituciones públicas como Sanaa y Fuerzas Armadas, porque es uno de los mayores problemas, “cuando fui gerente, cobré e incluso corté la energía por morosidad a la Corte Suprema de Justicia”.
Los errores de facturación de la empresa medidora Semeh son otra de las grandes pérdidas.
Bendeck agregó que “manejar correctamente la energía que compramos a las empresas térmicas podría incidir correctamente en la recuperación de la empresa, porque siempre se van por lo más fácil: castigar a los consumidores subiéndoles a las tarifas y nunca nos preocupamos por mejorar”.
Una medida a largo plazo para ambos ex gerentes son los proyectos de generación de energía renovable para garantizar al inversionista local y extranjero que ésta no tendrá variabilidad de costo.
Yacamán recomendó que el precio de dicha energía deberá ser competitivo, comparada con los países de toda la región centroamericana.