El ingreso de remesas familiares a Honduras se ha visto alterado por la pérdida de empleos en sectores económicos con mayor participación de población migrante en Estados Unidos y por los cierres temporales de los proveedores de servicios de remesas.
Al 9 de abril pasado, el Banco Central de Honduras (BCH) registró 1,284.2 millones de dólares en concepto de remesas familiares, que representó en una baja de 8.4% respecto al mismo período del año pasado, cuando alcanzó $1,401.0 millones.
Solo del 13 de marzo al 14 de abril, es decir 31 días, en Honduras, la recepción de las remesas familiares cayeron 42%, según una medición hecha por el BCH. De acuerdo con un reporte reciente del Banco Mundial, las remesas representaron más del 5% del producto interno bruto (PIB) en 66 países, superando la inversión extranjera directa (IED) y los flujos de asistencia oficial para el desarrollo.
Además
Los migrantes que trabajan en hoteles, restaurantes y peluquerías han perdido sus trabajos y no cuentan con el posible apoyo del Gobierno. Peor aún, no pueden regresar a sus países de origen por las restricciones para viajar, analizó el Banco Mundial.
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El organismo con sede en Washington propone que “los cambios más pequeños en las políticas de remesas pueden tener un gran efecto en los sistemas financieros de los países en desarrollo a lo largo del tiempo”.
Dada la importancia de las remesas para las personas que sobreviven con apenas unos pocos dólares al día, las medidas para reducir el costo de las transacciones y facilitar su envío y recepción pueden mejorar de inmediato la vida de los migrantes y sus familias, sugiere el Banco Mundial en su análisis.
“La adopción más rápida de servicios financieros digitales que permiten reducir los costos de las remesas y aumentar su conveniencia, debería ser una prioridad”, añadió el BM.