Como parte de la inversión nacional que se realiza en el país, ayer fue inaugurado un nuevo molino arrocero de Grupo IMSA, con el que se viene a potenciar el sector de la producción de harina.
La planta se ubica en la ciudad de Choloma y empleará a decenas de personas de los sectores aledaños.
La inversión en este nuevo beneficio supera los 10 millones de dólares y beneficiará a productores y consumidores.
“Es un apoyo grande que se está dando a lo agroindustria, porque no es correcto que sigamos exportando hasta la comida. Esta inauguración es un apoyo al productor del campo para que puedan tener garantía que se le va a pagar su producto”, dijo Emín Abufele, ejecutivo de IMSA.
A partir de la inauguración de esta planta procesadora, los productores contarán con más oportunidades para vender su producto.
“Tenemos capacidad para comprar hasta 5,000 quintales diarios y la capacidad de almacenamiento es de 267,000 quintales, en consecuencia, estamos listos para ayudar a comprar la producción nacional y garantizarle al productor que va a tener mercado seguro y garantizado”, añadió el empresario.
La nueva planta también tendrá una producción diaria de 1,400 quintales de arroz blanco clasificado que será distribuido a través de los 12,000 clientes permanentes que tiene la empresa.
“Con este nuevo beneficio hay dos logros: primero, una reducción de precios, y el segundo es que el consumidor va a recibir calidad y la cantidad exacta en su producto”, dijo Abufele.
A la inauguración de las instalaciones llegó el presidente Porfirio Lobo Sosa, quien destacó que los empresarios sigan creyendo en el país para echar a andar sus proyectos.
El mandatario también mencionó que estas inversiones son producto de la confianza que se ha generado en los inversionistas.
Importación
Pero no todo son buenas noticias estos días para el sector arrocero. Ayer siguió el estira y encoge entre autoridades y productores, luego que estos últimos reclamaran por la supuesta decisión inconsulta de aumentar la cuota para importar el grano.
Ayer, el viceministro de Industria y Comercio, Juan José Cruz, explicó que el Gobierno debe tomarse su tiempo para revisar la compra a fin de no afectar a los productores. “Tenemos que analizar con mucho detalle este problema porque no podemos darnos el lujo que afecte la producción nacional. Además, estas 30,000 toneladas le representan al Estado un sacrificio fiscal de 100 millones de lempiras”, dijo.