La Iglesia Católica de Guatemala deploró ayer el divorcio que se gestiona en un juzgado entre el presidente Álvaro Colom y su esposa Sandra de Colom, como recurso legal para evadir un mandato constitucional que prohíbe la candidatura presidencial de esta última en los comicios de este año.
“Es feo lo que se hace. El matrimonio es la base de la familia, es un sacramento y es sagrado. Este divorcio que está en trámite por motivos políticos, es el reflejo de la avaricia de los políticos de Guatemala”, dijo a los fieles el sacerdote Carlos Amado antes de concluir la misa dominical en el templo de Santa Ana, el primero construido por los españoles en el Valle de Panchoy (hoy Antigua Guatemala).
El padre Amado dijo que todos los sacerdotes del departamento de Sacatepéquez recibieron el pedido de pronunciarse en “rechazo” y “con preocupación” frente a las noticias sobre el divorcio de la pareja presidencial de parte de monseñor Ramiro Pellecer Samayoa, obispo auxiliar emérito de Guatemala y vicario episcopal de Sacatepéquez.
Defensa
El presidente de Guatemala justificó esta semana la decisión de divorciarse de su esposa para garantizar que ella pueda ejercer su “derecho humano” de ser electa a la presidencia en los comicios generales de septiembre.
El divorcio -adujo el mandatario- también evitará “la presión” y “la confrontación con el sistema de Justicia” dado que la Constitución establece prohibiciones a los familiares del presidente en ejercicio para postularse a ese cargo. Según Colom “es una decisión difícil, complicada”, pero “es una decisión a favor del derecho genuino, el derecho humano de elegir y ser electa, y para evitar la confrontación con el sistema de justicia”.
Argumentó que “es importante que la población escuche, porque es un verdadero acto (el divorcio) por algo superior a nuestro matrimonio, como es el país. Eso ya lo dijo Sandra y ella será la que conduzca su futuro político”, afirmó el presidente.
Colom sostuvo que las prohibiciones establecidas en la Constitución no aplican para la esposa del presidente, y afirmó que su mujer puede participar como candidata en las próximas elecciones presidenciales. No obstante, reconoció que “eso, evidentemente, avivará la parte política y los excesos” de la oposición.
