24/11/2025
10:11 AM

Las mujeres lideran el uso de billeteras electrónicas

El Banco Central de Honduras aprobó nuevas condiciones para estos medios de pago. Un saldo mínimo de dinero no se exigirá mantener en las billeteras electrónicas, mientras que tampoco estarán sujetas a cargos por inactividad.

Tegucigalpa, Honduras

Con un 60% de tenencia, las mujeres lideran el uso de billeteras electrónicas en Honduras; realizan el 61% en transacciones y el 65% en montos transaccionados.

Los datos los proporcionó la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).

El Banco Central de Honduras informó que las billeteras electrónicas fueron el segundo medio de envío de remesas al territorio hondureño con un 7.6%, de conformidad a los resultados de la última encuesta semestral de remesas familiares.

Claves para entender uso de dinero electrónico en Honduras

Desde la activación de estos medios por usuario en el Circuito de Transacciones (CT), que el valor monetario de dinero electrónico solo pueda estar expresado en moneda nacional (lempira) hasta mecanismos de verificación y autenticación son parte de las nuevas condiciones estipuladas para las también denominadas e-Wallet.

Un total de 474,622 billeteras electrónicas se registraron en 2023 en Honduras, con un saldo de 74.2 millones de lempiras. En Francisco Morazán y Cortés se concentraron la mayor cantidad de billeteras electrónicas al cierre del pasado período de 12 meses, con 118,212 y 92,561 unidades, respectivamente.

Novedades aprobadas por el BCH

Se tuvo acceso al acuerdo 01-2024 aprobado por el directorio del Banco Central de Honduras, contentivo del reglamento para los servicios de pago y transferencias utilizando dinero electrónico.

El referido convenio deroga el reglamento para los servicios de pago y transferencia, utilizando dinero electrónico que estuvo en vigor bajo el acuerdo 12-2022.

En el artículo 26 del acuerdo se detallan las condiciones que todas y cada una de las billeteras electrónicas deben cumplir.

“Debe ser activada únicamente por personas naturales mayores de 18 años o personas jurídicas residentes en Honduras debidamente autorizadas para operar en el país”, subraya la disposición.

En la autenticación al igual que verificación de los usuarios de las billeteras electrónicas para evitar la suplantación de identidad, se definió que los datos se harán mediante el Documento Nacional de Identificación (DNI), reconocimiento facial y/o huella dactilar con el Registro Nacional de las Personas (RNP).

A través de la comparación facial del autorretrato y fotografía del DNI también se realizará la verificación de la identidad que incluye la comprobación por videoconferencia.

Un saldo mínimo de dinero no se exigirá mantener en las billeteras electrónicas, mientras que tampoco estarán sujetas a cargos por inactividad.

Otro de los requisitos es que “el monto mensual de las transacciones acumuladas de la billetera electrónica de un usuario o empresa afiliada no puede exceder el valor establecido por el directorio del BCH (de la que no hay cuantía específica)”.

Muchos beneficios de las e-Wallet

Liliana Castillo, expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), explicó que “estas billeteras tienen muchos beneficios, ya que permiten hacer pagos, recibir o transferir dinero de distintos medios digitales sin necesidad de transportar tarjetas físicas como las de crédito o débito”.

Asegura que son muy utilizadas para transferir remesas familiares, “un apoyo para la inclusión financiera de las personas que no tienen acceso a los servicios del sistema financiero formal, permitiendo llegar a lugares que no tienen acceso a este tipo de servicios”.

Castillo considera necesario que se sigan aplicando medidas regulatorias por parte de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros por el tema de lavado de activos y financiamiento al terrorismo, “ya que en este tipo de transacciones virtuales siempre existe ese riesgo y es necesario conocer la procedencia de esos recursos, teniendo un conocimiento de los clientes”.

En los últimos años, estos métodos digitales han sido utilizados por estructuras criminales para cometer delitos como extorsión en perjuicio de la población, sin que se haya concretado reformas al Código Penal para endurecer penas hasta la regulación de las billeteras electrónicas.