Tegucigalpa, Honduras.
La Secretaría de Finanzas dejará de emitir los denominados bonos encajables debido al alto costo financiero que tienen para las finanzas públicas.
“Todos los bonos que se han ido colocando son encajables, pero existen obligaciones que se han contratado en el pasado que se seguirán manteniendo”, expresó Marlon Tábora, presidente del Banco Central de Honduras (BCH), en una reunión sostenida con representantes de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba).
“Hoy por hoy, no tenemos previsto ningún cambio en el tema del encaje bancario. Sabemos que es un instrumento de política que tiene disponible el BCH. Lo importante es que ustedes entiendan hacia donde se dirige la política monetaria del país”, dijo.
Tábora expresó que el Gobierno de Porfirio Lobo salió al mercado con bonos a un 15% para hacer frente a la crisis heredada; sin embargo, la situación financiera actual del país se enfrentará de otra manera. “Le hemos comunicado a los banqueros que vamos a eliminar los bonos encajables de manera completa en la medida de lo posible y con el respeto de los plazos establecidos para los vencimientos”, expresó el funcionario.
Fue del criterio que le parece una distorsión importante a la política monetaria, que de una manera lamentable, fue el único mecanismo que se ha podido utilizar para lograr la colocación de los bonos y lograr financiamiento para el Gobierno.
“Además, esta colocación de los bonos tiene un costo en la política monetaria del Banco Central. En este sentido estamos tratando de manejar este tema de una manera integral y no aislada”, indicó Tábora.
Fue inadecuado
Para Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), fue una decisión inédita e inadecuada emitir bonos encajables durante la segunda mitad de la administración Lobo para financiar el gasto público.
“Me parece que la emisión de los bonos encajables fue un error, porque el fin del encaje bancario es el de reducir la cantidad de circulante en el sistema y poder dar una garantía, así como una seguridad mediante una reserva legal que permanece en efectivo en el Banco Central”, refirió.
En este sentido, Álvarez explica que al sustituir este efectivo por bonos se incumple el objetivo de reducir los montos de la liquidez en circulación en el mercado y tampoco se lograr brindar el respaldo legal, porque los bonos están muy depreciados.
