Unos 1,000 empleados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, la mayoría de ellos personal administrativo, podrían ser despedidos y no perjudicar el desempeño de la estatal, según lo manifestó el presidente de la junta interventora, Juan Elvir.
A menos de un mes que abandone su cargo al frente de esa comisión, Elvir presentó un documento en el cual establece que en la actualidad laboran unos 3,500 empleados diseminados en todo el país, pero no tendrían ningún problema técnico o administrativo si operaran con 2,500.
El secretario de la Interventora, Christian Cálix, recomendó revertir la proporción del 70 por ciento de personal administrativo y un 30 por ciento técnico para contratar más ingenieros que operen las subestaciones eléctricas.
Uno de los interventores sostuvo que docentes y activistas políticos ocupan esos cargos en varias ciudades del país.
Elvir estimó que hasta dentro de tres años la Enee podría dejar de reportar números rojos en los estados financieros de aplicarse un plan de acción cuya duración sería entre 2006 y 2015.
El déficit estimado de la Enee para el presente año era de 2,000 millones de lempiras, pero será de unos 1,400 millones. La notoria recuperación del nivel de la represa El Cajón (277.5 metros sobre el nivel del mar) permitirá ahorrar unos 600 millones de lempiras en el verano de 2007, entre otras acciones.
“Los operadores de las plantas térmicas están de acuerdo con reformar los contratos leoninos”, indicó.