La sostenibilidad se ha convertido en un componente clave en la competitividad para destinos turísticos, organizadores y empresas del sector MICE (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones).
Más allá de una tendencia, la sostenibilidad representa en la actualidad un compromiso y una ventaja estratégica que genera impacto social, posicionamiento de marca y retorno económico a largo plazo.
Así lo confirmaron expertos del sector durante su participación en el Congreso de la Confederación de Organizadores de Eventos de América Latina (Cocal), que se llevó a cabo en San Pedro Sula.
En el panel “Diseñando estrategias y experiencias para eventos sostenibles”, Allison Batres, experta en la industria, expuso acerca del impacto que generan los eventos con certificación sostenible.
Explicó que esta certificación es un reconocimiento que avala que un evento se ha organizado y ejecutado siguiendo criterios de sostenibilidad, minimizando su impacto ambiental, social y dejando un legado positivo.
Compartió que existe una certificación internacional extendida por el Consejo de la Industria de Eventos, que más allá del reconocimiento enseña, a través de sus parámetros, a organizar este tipo de eventos, ser un buen ciudadano con el planeta, trabajar con economía circular y dejar un legado.
Detalló que antes de 2022 ningún evento en América Latina había obtenido un certificado internacional de sostenibilidad, pero ese año lograron el primero en Guatemala, y luego en Paraguay en 2024.
“Un evento con certificación de sostenibilidad nos coloca en otro nivel frente a la industria global. Esto demuestra que sí se puede, aunque aún tenemos retos como contar con proveedores certificados y estudiar más la norma ISO 20121”, dijo.
Para Batres, los eventos sostenibles no solo generan menor huella ecológica, sino que fortalecen el valor del destino, la experiencia del cliente y atrae nuevos públicos e inversionistas.
La importancia de crear políticas públicas claras
Gustavo Alvarado, director del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), señaló que una convención de 200 personas puede generar hasta 1.67 toneladas de dióxido de carbono, “lo que equivale a cargar 853 celulares durante un año”.
A su vez, dijo que el planeta enfrenta una crisis ambiental y el sector turismo y de reuniones debe asumir su parte de responsabilidad, por lo que enfatizó en la importancia de crear políticas públicas claras y a largo plazo.
A manera de ejemplo, indicó que el Centro de Convenciones de Costa Rica fue diseñado desde sus orígenes bajo estándares sostenibles y hoy todos sus eventos son carbono neutral, lo que los ha convertido en líderes del turismo de reuniones en la región.
Asimismo, el país cuenta con un certificado de sostenibilidad turística desde hace 30 años, que involucra a toda la cadena de valor, y recientemente se aprobó el primer certificado específico para venues o centros de convenciones. Añadió que la sostenibilidad no solo mejora la imagen de un país, sino que fortalece la gobernanza turística y las condiciones de inversión.
Otro punto clave para avanzar hacia la sostenibilidad es contar con herramientas de medición. Al respecto, Alessandra González, directora de ES Eventos Sustentables, compartió su experiencia como emprendedora en México, donde desarrolló Eco Calcula, una calculadora de huella de carbono diseñada para eventos.
Explicó que esta “radiografía” permite identificar los momentos de mayor consumo y rediseñar eventos de forma más eficiente.
Los expertos coinciden en que no todos los eventos pueden o deben certificarse, pero sí alinearse con criterios de sostenibilidad si quieren mantenerse competitivos en un mercado cada vez más exigente y con mayor conciencia de su huella ambiental