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Rebaja su sueldo en 90% para dar aumentos

  • 21 abril 2015 /

Dan Price, CEO de Gravity Payments, sorprendió al mundo al proponerse elevar el sueldo de sus empleados a 70,000 dólares anuales a costo de sus utilidades

Washington, Estados Unidos.

El joven empresario Dan Price se encontró un día con un estudio que afirma que para ser feliz, una persona en Estados Unidos debe ganar al menos $70,000 al año.

Y la investigación impactó al fundador de la empresa de pagos con tarjeta de crédito Gravity Payments de tal manera, que la semana pasada decidió anunciarle a sus

120 empleados que ese iba a empezar a ser sueldo base.

Para conseguirlo, él mismo se bajará su salario –de 1 millón de dólares– y utilizará los $2.2 millones de beneficios que generó la compañía el año pasado.

“Creo que esto es lo que todo el mundo merece”, le dijo a sus empleados, que no salían de su asombro.

El plan se llevará a cabo en tres años y los empleados que cobren menos de 70.000 dólares recibirán incrementos anuales, con el objetivo de llegar a esa cifra –o incluso superarla– para diciembre de 2017.

Ley de salario mínimo

El anuncio de Price ocurre luego de que en Estados Unidos se promoviera una ley de salario mínimo de 15 dólares por hora.

La implementación progresiva de la nueva ley salarial es más rápida para compañías grandes que para pequeñas: los negocios grandes y cadenas nacionales tuvieron que incrementar su salario mínimo a por lo menos 11 dólares por hora cuando entró en efecto la ley el 1 de abril, mientras que los negocios más pequeños deben pagar ahora al menos 10 dólares.

Price fundó Gravity Payments a los 19 años, cuando era estudiante de la Seattle Pacific University. El empresario, de 30 años, asegura que no necesita $1 millón para vivir.

Según le dijo a la cadena de televisión estadounidense ABC News, si cobraba tanto era porque ese es el sueldo de un presidente ejecutivo, algo que Price ahora considera “una locura”.

Y por eso ajustará su propio sueldo al mínimo establecido para todos. Price reconoce que puede llevar una vida de lujo, pero mantiene el mismo automóvil desde hace más de 12 años: un Audi que consiguió a cambio de ayudar con los servicios de su compañía a un vendedor de vehículos local.

Cree firmemente que “cuanto más tienes, a veces más complicada se vuelve tu vida” y consideró que estos aumentos eran un “imperativo moral” para reducir las diferencias salariales entre los CEO y sus empleados.

El primer salario que ofreció fue de 24,000 dólares y no incluía un seguro médico. Desde entonces, asegura, trató de mejorar las condiciones de sus empleados ,y por fin la compañía ha llegado a un punto de éxito en el que puede hacerlo.

Price ya ha hecho algunos cambios progresivos para mejorar el lugar de trabajo para sus empleados. En el 2013, él estableció un aumento del 2 por ciento para compensar un nuevo impuesto sobre el salario.

“El impuesto en el salario es regresivo y es el impuesto que más afecta a la gente común,” dijo Price, agregando que decidió “predicar con el ejemplo.”

“Cuando pienso en el modelo tradicional de lo que se supone sea una compañía y lo que se supone haga una compañía, y lo que nos dijeron es el objetivo de una compañía, parece calzar con el modelo de personas no exitosas,”

Price dijo durante una conferencia en la Universidad de Washington acerca de Competencia Empresarial. “Y entonces cuando veo el éxito de Gravity, viene del hecho de que estamos ahí para servir a otros. Esa es nuestra filosofía. Eso es lo que somos…”

“Lo que vale la pena es ser feliz, y servir a otros y preocuparse por otros y todas esas cosas que van mano a mano con el éxito verdadero”.

Price ganó el Premio GeekWire como Joven Empresario del Año, en 2013, y fue reconocido nacionalmente el año pasado como Empresario del Año por la revista Entrepreneur Magazine.

Esta es una gran decisión que manda un gran mensaje a otros directores ejecutivos. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard encontró que “los estadounidenses creen que los directores ejecutivos ganan alrededor de 30 veces más que el trabajador promedio en Estados Unidos, cuando en realidad ganan más de 350 veces de lo que recibe un trabajador promedio.

Foto: La Prensa

No se necesita más

El estudio que publicó la Universidad de Princeton en 2010 dice que la gente para ser feliz debería cobrar entre 70,000 y 75,000 dólares.

Menos de esa cantidad tiene un impacto emocional porque las personas están preocupadas por cubrir sus necesidades.

Por encima, el impacto es prácticamente nulo, porque se puede tener acceso a objetos lujosos, pero lo básico está ya cubierto.