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El hombre que despidió a Steve Jobs de Apple lanza Obi

  • 16 septiembre 2015 /

John Sculley regresa al mercado con un nuevo celular de alta tecnología y bajo costo

Washington, Estados Unidos.

Han pasado más de 30 años desde que John Sculley se convirtió en el CEO de Apple, donde presidió algunos de los mayores éxitos de la compañía, y la polémica destitución de su co-fundador, Steve Jobs.

Sculley fue obligado a salir de la empresa en 1993 después de una serie de pasos en falso, pero él nunca dejó el mundo de la tecnología.

Obi Worldphone es la nueva aventura tecnológica del expresidente de Apple. Ante la duda razonable de si estos teléfonos serán iOS, la respuesta es contundente: no.

Según un reporte de The Verge, Obi está lanzando dos modelos, el SF1 y el SJ1.5, ambos equipos de gama baja que costarían menos de $200. Sculley, quien se ha mantenido ocupado desde su salida de Apple, ayudó a fundar MetroPCS Wireless, adquirida por T-Mobile, y la compañía de monitores de actividad física Misfit Wearables, que recientemente lanzó un medidor que solo vale $20.

Y ahora le toca el turno de emprender en el segmento de los celulares propios. Sculley dice que el diseño no hace concesiones a pesar de su bajo precio. Y hay mucho que gusta aquí.

El SF1 es un dispositivo 4G con pantalla de 5 pulgadas que se venderá por $199 en formato desbloqueado. Incorporará cámara principal de 13 megapixeles, frontal de 5 megapixeles, procesador Snapdragon 615 de ocho núcleos y variantes de 32 GB de almacenamiento con memoria RAM de 3 GB o 16 GB con RAM de 2 GB.

Su batería será de 3,000 mAh.

El SJ1.5 tendrá un precio de $129, también será de 5 pulgadas, pero su cámara principal será de 8 megapixeles, mientras que la frontal se mantiene en los 5 megapixeles.

Su procesador será Mediatek de cuatro núcleos, la batería será la misma que la de su hermano mayor y a diferencia de este, no tendrá 4G, limitándose a conexiones 3G e incorporará 16GB de almacenamiento. Ambos equipos serán Dual SIM.

Los dos teléfonos incorporan una versión ligeramente modificada de Android Lollipop 5.1 que la compañía llama LifeSpeed, lo que hace que los equipos tengan sus propios íconos y fondos de pantalla con un estilo único a juego con los colores negro, blanco y rojo que predominan en los diseños.

Ambos productos estarán disponibles a partir de octubre, con el objetivo de estar en 50 mercados en 2017.

Obi no es la única compañía que viene para el mercado de teléfonos inteligentes de gama baja.

OnePlus ha visto un interés significativo para sus dos primeros intentos. Huawei ha estado en una lágrima últimamente.

Foto: La Prensa

Se graduó como diseñador arquitectónico en la Universidad de Brown y obtuvo un MBA de la Escuela de Negocios de Wharton.

Y el equipo Obi ha observado de cerca el éxito de Xiaomi, la empresa de electrónica de China, que comenzó con la venta de los teléfonos inteligentes a bajo costo y lo convirtió en una plataforma para la venta de accesorios y servicios de mayor margen.

El directivo de Obi cree que hay espacio para que otros jueguen. Él ya lo ha visto.

“Todo el mundo piensa que la industria está llena de gente, nadie puede hacer dinero”, dice.

“De repente alguien viene” y cambia el partido a su favor. Sculley dice que él y sus socios tienen una gran experiencia en la fabricación de dispositivos y gestión de la cadena de suministro a través de algunos de sus negocios anteriores.

La estrategia de venta de los celulares Obi será más tradicional, a través de una mezcla de tiendas minoristas y en línea.

¿Funcionará? No tengo ni idea. Por un lado, hay claramente un gran apetito para los teléfonos inteligentes de bajo costo en los mercados en desarrollo, y millones de personas van a hacer ese cambio en los próximos años.

Por otra parte, por lo que los teléfonos inteligentes de los productos básicos es un negocio brutal que ha llevado a los gigantes de rodillas.

Apple todavía gana un ridículo 92 por ciento de todos los beneficios en el negocio de teléfonos inteligentes, y los rivales basados en Android se han esforzado por hacer incursiones.

HTC, por citar solo uno, ha visto su deslizamiento cuota de mercado a 10 por ciento en 2011 a menos del dos por ciento en la actualidad.

Pero los jugadores de mayor edad a menudo se encuentran en una situación más difícil que la joven y ágil. “Sería mucho más difícil si usted me pide arreglar HTC. ¡Yo no tendría ni idea!”, dice Sculley, con sus ojos brillantes.

“Pero si nos fijamos en una hoja de papel en blanco, es increíble lo interesante que puede ser.”

¿Quién es?

John Sculley es una figura bien conocida en la historia de Apple. Fue el propio Steve Jobs quien lo convención para que abandonase su puesto al frente de Pepsi y se uniese a Apple, y aunque al final el tiro le salió por la culata a Jobs (viéndose forzado a abandonar su compañía hasta su oportuno regreso años después), nadie podrá negar que durante su gestión consiguió multiplicar por diez las ventas de la manzana.

Sculley nació en Estados Unidos, pero a la semana de nacer su familia se mudó a las Bermudas. También viviría en Brasil y Europa.

A la edad de 14 años inventó independientemente un tubo de rayos catódicos en color, pero no pudo patentarlo porque el Dr. Lawrence ya había patentado un invento similar pocas semanas antes, patente que sería luego adquirida por Sony.

Las razones por la cual Sculley decidió despedir a Jobs en 1985 las comento en una conferencia en Bali, donde comentó en su intervención que Steve Jobs deseaba bajar el precio de los equipos Mac y cambiar la inversión publicitaria, trasladando una parte de lo dedicado en marketing del Apple 2 al Mac.

Sculley se negó a hacer tal cosa, ya que consideraba que las bajas ventas del Mac no se debían al precio, y pensaba que una reducción del mismo supondría pérdidas económicas para la empresa.

Steve Jobs quiso forzar a Sculley a seguir su plan y este acabó acudiendo al consejo de administración de Apple, que decidió que Jobs no podía seguir al frente del negocio de Macintosh.

Por último, Sculley reconoció que aunque no se puede saber lo que hubiera sucedido si no hubiera habido ese enfrentamiento con Steve Jobs, cree que seguramente el rumbo de la compañía hubiera sido diferente.