Tras una reparación que costó 18 mil dólares, la grúa Paceco Uno de la Empresa Nacional Portuaria, ENP, volvió a entrar ayer en funcionamiento después de 48 horas fuera de operatividad, lo que generó unos 300 movimientos de contenedores menos que en cifras económicas representan 17 mil dólares menos para la estatal.
El jefe de mantenimiento óscar Sánchez dijo que en las reparaciones de la grúa trabajaron los departamentos de mecánica y eléctrico.
“Esperamos que con los arreglos pueda soportar la carga de trabajo por un par de meses, pero no hay una garantía de que luego de las reparaciones hechas a la Paceco Uno no se vuelva a dañar. El problema más grande que existe es que algunas piezas ya están desgastadas y sólo se pueden fabricar en Estados Unidos. Por nuestra parte, tomamos la iniciativa de elaborar algunas en los talleres de la empresa, pero de igual manera se corre el riesgo que se vuelva a parar la grúa que ya es muy antigua y está sobrecargada”, explicó.
Sin embargo, aún quedan muchas cosas para cantar victoria y para elevar a aceptable el nivel operativo de la empresa, que actualmente se encuentra en 60 por ciento.
El gerente de la ENP, Maynor Pinto, informó que presentará al presidente Porfirio Lobo un plan de emergencia el cual se planificó con todo el equipo de trabajo de la portuaria para dar respuesta, lo más pronto posible, a las deficiencias inmediatas. Pinto recalcó, además, que la aplicación de capital privado a la estatal no pondrá en riesgo a la entidad.
Los empresarios
Y mientras la solución llega, la preocupación empresarial por la situación portuaria crece como la espuma. Para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Puerto Cortés y Omoa, Roberto López, señaló que la preocupación es evidente ya que si colapsa la ENP, el impacto será incuantificable. “Este problema lo debemos valorar como un tema primordial para el país. La portuaria no sólo es de Puerto Cortés, sino es la entrada más grande de ingresos que tiene Honduras, de manera que si la dejamos caer, el resultado afectará desde la persona más humilde hasta los mismos empresarios”, manifestó el ejecutivo.
López enfatizó que se requiere de emergencia la reparación de los muelles, comprar nuevo equipo para manejar la carga y mejorar la parte organizacional de la empresa”.
Añadió estar de acuerdo con inyectar capital privado para salvar la empresa, siempre y cuando se haga con transparencia debida.
Óscar Galeano, ex presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés, departamento que produce el 60 por ciento del Producto Interno Bruto del país y que depende del puerto para mover las importaciones y exportaciones, agregó que “es penoso para Honduras, que Puerto Cortés, esté atrasado, porque ha sido catalogado como el megapuerto en todo Centroamérica y uno de los mejores en Latinoamérica”.
Galeano aconsejó al Gobierno tomar las medidas para colocar nuevamente a Cortés en el puerto como corresponde.
“A través de la portuaria se genera el mayor tráfico comercial marítimo y el Estado debe contemplar todas las desventajas que seguiremos teniendo como país, sino se moderniza. El gerente Maynor Pinto nos ha manifestado su interés por desarrollarlo, pero sino le desembolsan el dinero, difícilmente avanzará. Los empresarios estaríamos dispuestos a apoyar este gran proyecto”, agregó.
La modernización
Y más allá de la reparación de una grúa, Puerto Cortés necesita del proceso de modernización que se plantea desde hace más de cinco años y que sigue sin realizarse, en una suerte de historia similar a la que vive la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, o la que afronta la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, Hondutel.
El muelle de graneles de la ENP presenta daños en su infraestructura, producto del sismo de mayo del año 2009.
En papeles está que el muelle de cabotaje se convierta en un muelle para embarcaciones turísticas -con capital de inversionistas nacionales- que ayudará a que haya movimiento de mercadería a las Islas de la Bahía, La Mosquitia y el Gran Caimán.
Además, la construcción de una nueva terminal que constará de cuatro grúas post-panamax las cuales tendrán la capacidad de atender buques de mayor calado descargando hasta 8,000 contenedores de 20 pies en cada viaje. Actualmente, sólo se desembarcan 2,000 mil contenedores.
La ENP también tiene previsto adquirir 21 carretillas de pórtico para el nuevo muelle seis y que permitirán mover hasta un millón de contenedores. Todo este equipo tendrá un costo de 67.5 millones de dólares. La construcción del muelle número seis tendrá un costo de 107.8 millones de dólares, contando con la obra civil y la pavimentación de 23 hectáreas; de las 45 que forman parte del proyecto. Además se construirá un taller de mantenimiento de equipo, oficinas administrativas, un edificio de consolidación y una estación eléctrica.