Estrangulado por un crédito al consumo de 8,000 dólares, el bloguero Josh Smith, quiso obtener en 2009 un respiro suscribiendo un nuevo préstamo, pero se le cerraron las puertas de los bancos tradicionales.
“El banco me negó el préstamo porque yo dejaba un empleo fijo para convertirme en freelance”, cuenta Smith, hoy responsable del sitio financiero Money Nation.
No hay cifras disponibles sobre el asunto. Pero al igual que un número creciente de estadounidenses, Smith se dirigió hacia uno de los rubros del sector bancario paralelo --el llamado “shadow banking”-- cuya opacidad suscita inquietudes.
Más precisamente golpeó la puerta del LendingClub, una plataforma electrónica californiana de préstamos entre particulares creada por un francés, donde obtuvo el préstamo en seis días.
A las plataformas “hay que verlas como las eBay del dinero”, analiza la revista Consumerreports.
“Así como eBay vincula a compradores y vendedores, las plataformas de préstamos entre particulares vinculan a prestatarios (...) e inversores que quieren mejores rendimientos para sus ahorros que los que les ofrecen los bancos tradicionales”, resume la revista.
Trámites rápidos. Las plataformas de préstamos entre particulares no son más que intermediarios que se remuneran con un porcentaje de entre 0.5% y 5% de las sumas en juego.
Su rápido desarrollo se basa en tasas de interés inferiores a las del mercado, trámites más rápidos para los que solicitan préstamos, una corta duración y tasas de rendimiento atractivas (7%) para los inversores en un momento en el que los productos financieros clásicos rinden poco.
Las tasas de interés están fijadas en función del nivel de riesgo del prestatario y varía entre 6 y 12%. El análisis de solvencia pretende ser tan riguroso como en los bancos tradicionales, pero es más rápido.
Créditos al consumo, préstamos inmobiliarios, financiación de proyectos de pequeñas y medianas empresas (Pymes) o préstamos estudiantiles: las plataformas electrónicas facilitan el financiamiento de créditos.
Desde 2007 el volumen de préstamos otorgados por esta vía aumenta 84% por trimestre, según la firma PriceWaterhouseCoopers.
En 2014 entregaron 5,500 millones de dólares en préstamos y podrían llegar a otorgar 150,000 millones de dólares antes de 2025, estima PWC.
La californiana Prosper MarketPlace fue intermediaria de 1,000 millones de dólares en préstamos en los últimos cinco meses, declara su director general, Aaron Vermut.
Creada en 2005 y con sede en San Francisco, multiplicó por más de diez su volumen de negocios en los últimos dos años.
Las plataformas de préstamos entre particulares aprovecharon la pusilanimidad de los bancos tras la crisis de los créditos inmobiliarios de alto riesgo (“subprime”) de 2008 y del endurecimiento de la reglamentación que los obliga a mantener elevados niveles de fondos propios.
Para los inversores, el riesgo de pérdidas de capital es limitado. Según el sitio Lend Academy, la tasa de impagos de los préstamos no garantizados es de 3 a 4% en promedio. Algunas plataformas, como LendingClub y Prosper llegan a fraccionar los préstamos entre varios inversores para reducir los riesgos.