Venezuela anunció que ya “no es conveniente” la compra del 49% de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo, Refidomsa.
“No vamos a participar en la adquisición de la refinería en Santo Domingo. No hay participación. No nos parece conveniente y no lo vamos a hacer”, dijo el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, según versiones publicadas por diario El Nacional.
Sin dar más precisiones, el ministro hizo el anuncio tras asistir en Caracas a actos oficiales por una breve visita a Venezuela del emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al-Thani.
Según publicó Hoy Digital, la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, Aeih, consideró como lamentable que el Gobierno de Venezuela haya desistido de la compra por un disgusto político del presidente suramericano con el gobernante dominicano y la organización catalogó como positivo que el presidente Fernández haya aceptado mediar en un pacto de reconciliación a favor de la democracia en Honduras.
El organismo también señaló que si ésta es la razón por la que Venezuela ha expresado su desinterés en la compra del paquete accionario de Refidomsa, todo indica que resultaría altamente riesgoso establecer un negocio con el régimen de Hugo Chávez para el procesamiento y distribución de combustibles.
“Nuestro temor siempre ha sido que la participación como accionista del gobierno venezolano en una empresa de tan alto interés para el país ponga en riesgo su futuro en los casos en que República Dominicana opte por fijar posiciones de orden político que no simpaticen con el gobierno de Venezuela, ni que se alinean a su política exterior”, manifestó la asociación empresarial.
Licitación
Tras el anuncio, según Listín Diario, “especialistas en materia energética del país consideran que lo que manda ahora es convocar a una licitación internacional para que el Estado pueda buscar otro socio”.
El ex presidente de la Refidomsa, Leopoldo Espaillat Nanita, señaló que el rechazo de Venezuela es un paso importante para la nación, porque de darse esa negociación se estaría incurriendo en una violación a la Constitución y a la soberanía nacional y además, se haría un daño a la política energética de la nación.
La detención de la compra también afecta a Haití, país que tras el temblor depende del suministro de combustibles que se hace desde República Dominicana y cuya operación será determinante en la recuperación de esa afectada nación.