Tegucigalpa, Honduras.
Autoridades de Senasa y del Ihma justificaron la decisión de enterrar 258 quintales de frijol etíope para no arriesgar la salud de los consumidores.
El grano, valorado en casi medio millón de lempiras, fue enterrado el fin de semana en los predios del Tercer Batallón de Infantería con sede en Naco, Cortés y formaba parte de los 52 mil quintales que el gobierno importó de Etiopía para enfrentar la crisis de ese grano generada por la prolongada sequía.
Tras el proceso de desaduanaje del embarque, llegado a Puerto Cortés el 27 de septiembre, una intensa lluvia cayó sobre el puerto, mojando el grano que estaba almacenado en dos contenedores que presentaban agujeros en su estructura.
El director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa), Lisardo Reyes, dijo que el frijol etíope entró e buenas condiciones y que si algo le pasó una vez liberado por Senasa es responsabilidad del importador.
“Yo indagué con el sistema de cuarentena y me ratificaron que el producto entró en óptimas condiciones desde el punto de vista fitosanitario. Probablemente sucedió algún imprevisto en su transporte a su destino final. Nuestra responsabilidad llega hasta que el producto fue internado, una vez que nosotros lo liberamos es responsabilidad del importador”, dijo Reyes.
José Mario Gómez, director del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (Ihma), explicó que los 258 quintales representan el 1% de la primera importación y están valorados en L436,000 los que serán reclamados a la aseguradora.
Autoridades de Senasa y del Ihma justificaron la decisión de enterrar 258 quintales de frijol etíope para no arriesgar la salud de los consumidores.
El grano, valorado en casi medio millón de lempiras, fue enterrado el fin de semana en los predios del Tercer Batallón de Infantería con sede en Naco, Cortés y formaba parte de los 52 mil quintales que el gobierno importó de Etiopía para enfrentar la crisis de ese grano generada por la prolongada sequía.
Tras el proceso de desaduanaje del embarque, llegado a Puerto Cortés el 27 de septiembre, una intensa lluvia cayó sobre el puerto, mojando el grano que estaba almacenado en dos contenedores que presentaban agujeros en su estructura.
El director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa), Lisardo Reyes, dijo que el frijol etíope entró e buenas condiciones y que si algo le pasó una vez liberado por Senasa es responsabilidad del importador.
“Yo indagué con el sistema de cuarentena y me ratificaron que el producto entró en óptimas condiciones desde el punto de vista fitosanitario. Probablemente sucedió algún imprevisto en su transporte a su destino final. Nuestra responsabilidad llega hasta que el producto fue internado, una vez que nosotros lo liberamos es responsabilidad del importador”, dijo Reyes.
José Mario Gómez, director del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (Ihma), explicó que los 258 quintales representan el 1% de la primera importación y están valorados en L436,000 los que serán reclamados a la aseguradora.