De una población de 5.7 millones de personas mayores de 18 años, solamente unos 27,000 hondureños tienen cuentas de ahorro en el sistema financiero con saldos superiores a un millón de lempiras.
Cifras de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) indican que, hasta el 28 de febrero de 2023, en los bancos, organizaciones privadas de desarrollo financiero (OPDF) y sociedades financieras había 24,499 cuentas de ahorro con un saldo mayor a un millón de lempiras, de esa cantidad, 20,924 son personas naturales (ciudadanos) y 3,575 son personas jurídicas (empresas y otras organizaciones).
Además de este reducido grupo que tiene capacidad de ahorro en moneda nacional, 9,282 (6,791 personas naturales y 2,491 personas jurídicas) poseían cuentas en moneda extranjera con saldos superiores a los $40,000 que, convertidos a lempiras, totalizaron L36,978,692,321.30.
Hasta febrero, en todo el sistema nacional había en 8,777,215 cuentas de depósito (en moneda nacional y extranjera) la cantidad de L266,311,563,556.8.
Estas pertenecen a ciudadanos (8,702,777 cuentas), empresas y organizaciones (74,438 cuentas). Mientras en el otro extremo, donde no hay bonanza, sino limitaciones económicas, está el 98% de hondureños con 5,552,310 cuentas de depósito que no sobrepasan los L1,000.
Lelis Yuvani Paz, catedrático de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma en el Valle de Sula, tomando en cuenta las cifras de la CNBS, deduce que gran parte de hondureños no ahorra “por no tener el hábito, por los bajos ingresos y el consumismo”.
“La cultura del ahorro se debe fomentar desde la infancia. Aquí el papel protagónico de papá y mamá para fomentar en los niños el hábito como una práctica para acumular un capital semilla a utilizar en su adolescencia o edad adulta, emprender o desarrollar una actividad que le permita multiplicar”, dijo.
Pocos ahorran en América Latina
Latinoamericanos no tienen capacidad para ahorrar. Según el estudio Tendencias del movimiento de dinero en América Latina y el Caribe, de Visa, casi 4 de cada 10 consumidores dicen que no pueden ahorrar, pues sus ingresos apenas llegan a cubrir sus gastos. Quienes ahorran lo hacen de vez en cuando, según estudio De las 6 personas que ahorran en 8 países de la región con economías más fuertes, como México, Brasil y Colombia, dos personas lo hacen con mayor frecuencia, cuatro de vez en cuando.
Paz argumenta que “las familias que han cultivado el ahorro en los niños han tenido éxito. Si a un niño se le da, por ejemplo, L10 lempiras para que lleve a la escuela y de esos ahorra L2, el niño verá con el tiempo más dinero y esto se convertirá en una práctica que le servirá cuando llegue a la adultez para desarrollar las capacidades humanas. En el desarrollo de estas intervienen otros elementos, pero el factor económico es fundamental”.
Sin embargo, advierte que “el otro factor que incide negativamente es el precario ingreso percápita. En una economía tan deprimida, hacer frente a los gastos y compromisos de la vida adulta es complicado”, dijo.
Para ahorrar, según Paz, “el entorno social genera una desventaja: el elevado consumismo bajo el cual está sometida la población producto del bombardeo mediático. El consumismo provoca gastos innecesarios a los hogares y le resta capacidad de ahorro. Esa es una de las razones por la cual gran parte de la población tiene cuentas de no más de L1,000”.
