San Pedro Sula, Honduras.
La tendencia negativa en el sector de la construcción hondureña trunca las oportunidades laborales para la creciente mano de obra calificada.
El Banco Central de Honduras (BCH) registró en 2015 una variación negativa de 6.2%, un resultado levemente mejor al 7.0% del año 2014.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que más de 184 mil hondureños se dedican a la construcción, ocupando el 5% de las actividades productivas.
“Los mejores albañiles que se encuentran en el sur de Estados Unidos son hondureños. Eso demuestra que hay capacidad, pero no el incentivo por parte del Estado para generar más trabajos”, considera Silvio Larios, gerente general de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico).
El directivo agrega que de parte de la Chico, el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), el Centro Asesor para el Desarrollo de los Recursos Humanos (Caderh) y la Cooperación Suiza a través del proyecto ProJoven se busca fortalecer a la clase obrera de este sector.
“En conjunto coordinados, trabajos para capacitar a obreros, albañiles, soldadores, plomeros, electricistas, entre otros, a fin de contar con un equipo que se traduzca en trabajos más eficientes, menos desperdicios, tiempos más cortos en las obras y menores costos de producción”, indica Larios.
La tendencia negativa en el sector de la construcción hondureña trunca las oportunidades laborales para la creciente mano de obra calificada.
El Banco Central de Honduras (BCH) registró en 2015 una variación negativa de 6.2%, un resultado levemente mejor al 7.0% del año 2014.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que más de 184 mil hondureños se dedican a la construcción, ocupando el 5% de las actividades productivas.
“Los mejores albañiles que se encuentran en el sur de Estados Unidos son hondureños. Eso demuestra que hay capacidad, pero no el incentivo por parte del Estado para generar más trabajos”, considera Silvio Larios, gerente general de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico).
El directivo agrega que de parte de la Chico, el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), el Centro Asesor para el Desarrollo de los Recursos Humanos (Caderh) y la Cooperación Suiza a través del proyecto ProJoven se busca fortalecer a la clase obrera de este sector.
“En conjunto coordinados, trabajos para capacitar a obreros, albañiles, soldadores, plomeros, electricistas, entre otros, a fin de contar con un equipo que se traduzca en trabajos más eficientes, menos desperdicios, tiempos más cortos en las obras y menores costos de producción”, indica Larios.
Crítico
Jenssy Ortíz, gerente general de la constructora Diseños, Construcciones e Inversiones (DCOIN), comparte el criterio de que la falta de oportunidades obliga a la mano de obra de la construcción a trabajar en otro país.
“El sector está deprimido y no hay plazas suficientes para emplear a las personas. Recordemos que la mayor parte de esta población apenas ha terminado la escuela o tal vez hasta noveno grano”, apunta Ortíz, quien aboga por una estrategia macro para certificar a la mano de obra.
“Por otra parte, los obreros deben poner de su parte y ser conscientes para así buscar la eficiencia”, concluye.
