Los reflectores se fueron con Luis Suazo, hijo de la leyenda de Honduras, David Suazo, pero el nombre de Yeison Basilio Arriola quedará marcado en la historia del fútbol hondureño al convertirse en el jugador que anotó el gol de la clasificación de la Bicolor rumbo al Mundial Sub-17 de Qatar 2025.
En 2021, en plena época de pandemia, Arriola empezaba a dar sus primeros destellos futbolísticos en la Copa Numada, donde el holandés Yann Coppley, mochilero que llegó a suelo catracho hace más de una década, lo adoptó para que siguiera adelante en el fútbol y así salir de los momentos críticos en la comunidad del Corozal, que lo orillaron a mudarse de ciudad.
Yeison, con sus maletas y su rostro lleno de lágrimas por separarse de sus padres, llegó a la Casa Hogar Elías donde vivió momentos difíciles por cuatro años con el objetivo de encontrar un cupo en un equipo hondureño, hasta que el Platense FC le abrió las puertas.
Diario La Prensa entrevistó a una de las figuras de la Sub-17 en el lugar donde se preparó mental y físicamente para destacar con la pelota y así recibir la convocatoria de la Bicolor juvenil. El nacido en La Ceiba nos relató la época en el que tuvo que salir a una canchita de fútbol para desahogarse de su dolor.
Sus amigos, quienes también fueron adoptados en la Fundación Casa Elías para estudiar y disfrutar del fútbol, le dieran un espaldarazo a Yeison, a quien recibieron con un pastel tras la clasificación al Mundial de Qatar 2025.
También nos mencionó los regalos que le quiere dar a su familia que ha sufrido su adiós desde que empacó sus maletas llenas de ilusiones para irse a Puerto Cortés.
Esta es la historia de Yeison Arriola, futbolista de 17 años de edad y que sueña en grande por hacerse de un nombre futbolísticamente en el que también destaca el apoyo de Copley, fundador de la Fundación Casa Elías, dedicada a apoyar con el estudio y fútbol a los niños de escasos recursos.
“Gracias a Dios que se dio el gol, me siento contento, por haber clasificado a la Selección de Honduras”, aseveró el chico que, a pesar de no tener la mayoría de edad, tuvo una postura intacta mientras respondía al micrófono de Diario La Prensa que viajó de San Pedro Sula a Puerto Cortés para conocer su conmovedora historia.
Quién iba a decir que aquel chico que jugaba descalzo en su natal Corozal, en época de COVID, se convertiría en uno los ‘killers‘ del Premundial Sub-17 de Concacaf, año 2025.
“Yann Coppley me vio jugando en la Copa Numada, luego él habló con mi familia, luego me vine para acá (Puerto Cortés) hace tres años”, relató Arriola sobre el europeo que lo ayudó con los estudios y el fútbol.
Mientras su mirada se perdía en aquellos recuerdos que lo motivaron a salir adelante, Yeison nos reveló que el Platense de Puerto Cortés lo hizo debutar profesionalmente y que Raúl Cáceres, entrenador selacio, le dio esas palabras que todo jugador necesita después de estrenarse.
El calor era incesante en Puerto Cortés, pero Yeison Basilio le restó importancia y se colgó la camiseta número 15 de la Selección de Honduras, mientras nos contaba cómo se dio su llamado a la Bicolor.
“Fue muy difícil ese proceso, muy largo, para llegar a los microciclos me tocaba viajar en bus de Puerto Cortés a San Pedro Sula, me tocaba agarrar los impala para poder ir a los entrenamientos. No me daba, pero yo quería estar ahí, siempre hacía lo imposible, si no buscaba lo imposible para ir”, reveló el chico de Corozal, La Ceiba.
¿Te tocó sacrificar desayuno y almuerzo para poder destacar?, se le consultó al “15” de la “Mini H”. “Sí, a veces entrenaba temprano y me iba sin comer, compraba una galleta y así me tocaba irme, pero solo tenía en la mente entrenar”.
El 8 de febrero de 2025 quedará guardada para siempre en la memoria de Yeison, que en esa fecha se enteró de su convocatoria con la Sub-17 de Honduras para el Premundial de Concacaf.
¿Qué se te vino a la mente cuando viste tu nombre en la lista final de 21 jugadores? “Yo lo que pensé es que lo tenía que hacer bien porque quiero sacar a mi familia adelante”, comentó al micrófono de Diario La Prensa.
Su tono de felicidad cambió a otro decibel cuando le consultamos sobre Luis Suazo, hijo de David Suazo, y el futbolista y compañero que le dio el pase a gol en el Honduras vs Puerto Rico.
“Al principio no hablaba bien español, pero luego se pegó a nosotros y empezó a mejorarlo, ya le entendíamos. Y cada vez que poníamos el parlante, él se ponía feliz con la música, bailaba”, comentó Yeison.
Yeison Arriola entró con determinación al duelo contra Puerto Rico, esto le bastó para sentenciar el marco boricua en el mítico Estadio Francisco Morazán. “Un día antes del juego estaba en la cama pensando y estaba seguro que en ese partido iba a golear”.
El sonido de los carros que pasaban por la Casa Hogar Elías no desconcentraban al muchacho que nos contó que, después del juego eliminatorio, lloró como un niño desconsolado.
A Yeison Arriola se le infló el pecho de orgullo cuando nos dio el recorrido en la modesta casa hogar en el que festejó sus primeros goles en una modesta canchita de cemento.
“Siempre que estaba enojado con los compañeros, porque a veces pasa eso, me venía solo con el balón, a veces jugábamos dos contra dos en esta canchita”, contó el actual futbolista del Platense de Puerto Cortés.
Con él cruzamos el destruido alambre ciclón de la devastada área de juego para meternos adentro de la casa donde compartió con sus amigos que también se ilusionan con salir adelante. La mirada de los chicos era sinónimo de orgullo cuando Arriola le dedicó unas emotivas palabras mientras se hacía el recorrido.
“Les quiero decir que los sueños sí se cumplen, siempre estoy hablando con ellos, hay que trabajar, nos hablamos entre nosotros mismos para salir adelante”.
Posteriormente, entramos a su habitación, nos mostró su litera donde dormía, donde soñaba en grande junto a sus amigos de la Fundación Casa Elías y donde comenzó la carrera para ser un jugador profesional y retribuirle a su familia, sobre todo a su madre.
“Mi mamá no quería que me viniera para acá, tuve que convencerla, yo le dije antes de venirme para acá que la iba a sacar del pueblo”, enfatizó.
Pero en medio de la entrevista también manifestó que en esa cama vivió momentos duros tras mudarse de La Ceiba a Puerto Cortés. “Extrañaba a mi mamá, ella me decía que me extrañaba mediante videollamada, después de eso yo me venía para la canchita”, sentenció mediante un calor incesante.
Tras convertirse en fichaje del Platense FC, Arriola se mudó a unas cuadras de la Casa Elías, hogar del que se llena de orgullo y del que jamás olvidará.
“Le he agarrado cariño, estoy muy agradecido con ellos, han dado todo por mí, estoy muy agradecido por eso, me ha marcado estar aquí, no los voy a olvidar”.
Yeison también pidió ayuda a las personas que quieran apoyar con un granito de arena a la Casa Hogar Elías. “Que nos apoyen, aquí se necesita mucho apoyo y siempre nos apoyan con el estudio y el fútbol”.
Arriola no se quiso despedir del recorrido sin antes revelar el detallazo de sus amigos y Yann Coppley, al que considera un padre: “Me recibieron con un pastel, me pasaron en medio y me felicitaron por ser mundialista”, finalizó.