Nueva Jersey, Estados Unidos.
El clásico centroamericano entre Honduras y Costa Rica no ha terminado en su primer tiempo de la mejor manera, los ánimos se caldearon y los empujones, agarrones y los insultos fueron tantos que hasta los oficiales de Concacaf tuvieron que intervenir.
Todo inició cuando el defensor Francisco Calvo se acercó al banquillo de Honduras haciendo un gesto con las manos de (están cagad…) cosa que no soportó Amado Guevara quien le reclamó y de la furia estuvo a punto de meterse al campo.
En ese momento el árbitro pitó el final del partido. Jorge Claros se paró, le siguió Brayan Beckeles y de inmediato se comenzaron a dar empujones. El árbitro Walter López únicamente observaba junto a los entrenadores.
Al final tuvieron que intervenir algunos oficiales de la Concacaf porque el grupo armó un amotinamiento en el acceso a los vestidores. Tuvieron que esperar algunos minutos para que primero ingresaran los hondureños porque la pelea podría continuar en el túnel.
