El desagradable incidente ocurrió el pasado fin de semana. Mientras un joven entretenía a los aficionados con habilidosos trucos con el balón, una de las gradas del modesto recinto se derrumbó haciendo que cientos de personas se cayeran.
Muchos de estos aficionados tuvieron que ser trasladados al hospital después del susto, aunque por suerte no hubo que lamentar ningún fallecido.
El principal problema, al parecer, debía estar en los materiales con los que se había construido esa parte del estadio, que no cumplían los estándares mínimos de calidad.
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