Ni en sus peores imaginaciones hubieran intuido el Tottenham ni José Mourinho una noche así en su visita al Dinamo Zagreb, con el que sufrió un sonoro fracaso en los octavos de final de la Europa League, eliminado en la prórroga por el campeón croata y, sobre todo, por Mislav Orsic y tres golazos (3-0).
Su nombre, su sensacional partido y sus tres tantos escribieron el relato y el desenlace imprevisto de una eliminatoria que viajaba de Londres con un 2-0 a favor del bloque británico, cuyo batacazo toma mucha más dimensión por la ventaja con la que se había presentado en un partido de vuelta que no olvidará en mucho tiempo.
Mourinho dando indicaciones durante el partido. Foto AFP
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Tuvo el Tottenham el empate, ya con Gareth Bale sobre el terreno desde la hora de encuentro, pero fue de nuevo Orsic el mejor de todos sobre la portería contraria, resolutivo en la culminación de la desbordante jugada colectiva del Dínamo Zagreb de la que no se enteró mucho el conjunto inglés, rebasado por la ambición rival, directo a la prórroga por un 2-0 que puso todo en ebullición.
Gareth Bale se lamenta tras la eliminación del Tottenham. Foto AFP
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Los futbolistas del Dinamo Zagreb celebrando su milagrosa clasificación. Foto EFE
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Los jugadores del Tottenham se marchan cabizbajos y tristes por la derrota y eliminación. Foto EFE
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