Hay jugadores que a pesar de su calidad la polémica siempre les acompaña y no les deja de hacer sombra.
Sergio Mendoza por donde pasa siempre da de qué hablar. A través de su carrera dentro y fuera de las canchas se ha metido en varios líos que han llegado desde un dopaje hasta una puñalada.
El domingo, el central del Motagua salió corriendo para golpear a Boniek García del Olimpia, y en su carrera desató un zafarrancho que dejó como saldo una mujer golpeada, un fotógrafo lastimado, una cámara desaparecida, muchos gritos, insultos y un clásico manchado con lo que menos nos gusta: violencia.
Revisar el currículo de Mendoza nos señala que además de tener varios campeonatos ligueros, ha militado en tres de los equipos grandes del país: Real España, Olimpia y Motagua. Además de disputar el pasado Mundial de Sudáfrica 2010.
Pero yendo más allá nos encontramos que lo del pasado fin de semana no es su primera vez, al contrario, por donde ha pasado siempre ha tenido al menos una polémica.
Este polifuncional jugador inició su carrera en el Real España, de donde salió tras reclamar salarios atrasados en dicha escuadra diciendo: “Los directivos reclaman resultados y no pagan”.
Luego, y tras ser separado por el entrenador Hernán García dijo de manera irónica: “Hernán inventó el agua caliente”. Todo se da en noviembre del 2005.
Un año antes, en 2004, ya había tenido un altercado y eso le pudo haber causado hasta la cárcel. En el Preolímpico del Guadalajara se fue a los golpes con el portero John Bodden en una acción un tanto confusa.
El 14 de febrero, la Selección Sub-23 llegó al país y la cara de Bodden tenía heridas de arma blanca. Según versiones manejadas todo empezó por una riña de dinero, al principio fue una broma, hasta que salieron las armas.
Para 2006 llega al Olimpia tras una guerra verbal contra Real España.
En 2009 vuelve a dar la nota días antes del inicio de la Copa de Naciones en Tegucigalpa, se realiza una conferencia de prensa en la que se anuncia que Mendoza salió dopado en un juego de la eliminatoria mundialista y queda al margen de la Selección para ese torneo.
A los días se realiza una segunda prueba en la que se confirma su castigo por un año.
Ese tiempo se fue para Estados Unidos, ya que tenía prohibido hasta entrenar con su equipo Olimpia. Cuando vence su sanción, el jugador comienza a entrenar con el Motagua. La directiva alba comienza a reclamar un año de contrato. Al final las directivas de ambas escuadras llegaron a un acuerdo y fue así como pudo debutar con las águilas azules.
En una ocasión le dijo a Julio “Rambo” de León, “si ‘Rambo’ es como Maradona, yo soy Beckenbauer”. El domingo regresó a las polémicas. Inició una trifulca y todo indica que será castigado por lo sucedido. Sus horas o días como jugador del Motagua están contados.
