“Cuando éramos novios le gustaba impresionarme haciendo ticas, pero no me enamoró de esa manera”, fueron las primeras palabras de Marina de Trujillo, esposa del mago del balón, Alejandro Trujillo, quien agregó que ahora su esposo vive de las patadas, refiriéndose a las “ticas”.
Llegamos ayer temprano al parque central y no nos encontramos con un mago, sino con dos. A Alejandro lo acompañaba su hijo Guillermo y ambos se lucieron dominando el balón.
Guillermo fue el imán para que sus padres vinieran a Honduras. El joven mexicano se casa mañana con una catracha y sus padres antes de viajar a Santa Rosa de Copán decidieron darse una vuelta por la capital industrial.
Alejandro Trujillo, de 72 años, tiene un récord de 13 horas y 56 minutos dominando el balón sin parar y sin que éste caiga al suelo.

Guillermo también puede mantener la pelota en su espalda.
Sacrificio
Practicar ticas no es tan fácil, aseguraron los Trujillo. “Debemos tener mucha dieta, levantarnos a las seis de la mañana, ser disciplinados; hasta tenemos un sicólogo”, aseguró el futuro esposo.
Experiencia
Alejandro Trujillo ha viajado por todo el mundo haciendo sus demostraciones y aseguró que en Honduras se sintió como en casa.
“Vengo de España y en ese país no le hacen caso a uno; por más que uno se esfuerce, lo ignoran. En este país las personas son agradables, eso me hace estar tranquilo, ya que mi hijo se casará con una hondureña”.
Alejandro también jugo en varios equipos de México y tiene actualmente una escuela de fútbol en la ciudad de Puebla.