Robinho, protagonista de la última polémica del Real Madrid por haberse pasado de fiesta en Brasil, se rehabilitó ante los suyos con dos decisivos goles en la victoria por 4-2 ante el Olympiakos el Pireo griego, este miércoles en partido del Grupo C de la Liga de Campeones.
Ante la afición del estadio Santiago Bernabeu, bastante descontenta por su retraso tras celebrar un poco más de la cuenta en Rio de Janeiro la victoria brasileña por 5-0 ante Ecuador, originó el primer tanto, del capitán Raúl, y el último, de Javier Balboa.
Y además marcó el segundo, a pase de Sergio Ramos, y el tercero, colocando una dejada de Van Nistelrooy, y provocó el penalti que falló el holandés, convirtiéndose en el hombre de la noche.
'Con Robinho hemos encontrado el tono idóneo', declaró el entrenador Bernd Schuster, que tuvo una 'explicación' con el brasileño el lunes. 'Es jugador del Real Madrid, tenemos que buscar la forma de que triunfe. Hoy nos ha devuelto la ilusión. No era fácil para él. El gol le ha dado mucho ánimo', añadió.
Sin embargo, el triunfo madridista fue bastante apurado a pesar de jugar contra un equipo reducido a diez hombres desde el minuto 13, tras la expulsión de Vassilis Torosidis por una falta sobre Van Nistelrooy.
La actuación de San Iker Casillas, como apodan al portero madridista los aficionados, también fue decisiva en los últimos minutos, cuando hizo una increíble parada cumplido el tiempo reglamentario.
Sin brillar en el Grupo C de la Liga de Campeones europea, el Real Madrid es no obstante líder tras disputarse tres jornadas y lo tiene todo a favor para terminar clasificándose.
Además, con esta victoria evitó una segunda derrota consecutiva, después de caer en liga el sábado por 2-1 ante el Espanyol en Barcelona, algo que sin duda habría alimentado las críticas de la prensa madrileña, que no tarda mucho en pasar al ataque.
Los 'merengues', nada inspirados el miércoles, pensaron que el partido sería coser y cantar cuando a los dos minutos de juego Raúl González abría el marcador con su gol número 58 en Liga de Campeones.
Pero el argentino Luciano Galletti, como ex jugador del Atlético Madrid, se dio el gusto de empatar apenas cinco minutos después, enviando el balón entre los palos de Casillas con un certero izquierdazo.
A los 13 minutos, el Real Madrid volvió a pensar que todo iría bien, con la expulsión de Torosidis pero, a la vuelta de vestuarios, el segundo gol de los griegos vino de la mano de un ex madridista, el brasileño Julio César. Entonces Robinho entró en escena.