En finales no es el más experimentado, aunque cuenta con el mejor logro que el Motagua ha tenido a nivel internacional: un título centroamericano.
A los jugadores los ve como si fueran sus hijos, al cuerpo técnico y allegados al club como amigos, a Ramón Maradiaga como un hermano.
Es Pedro Atala, el presidente del Motagua, ese que en 2007 estuvo al frente de la directiva en un antecedente que muchos seguidores de los azules recuerdan como si fuera ayer cuando le ganaron el título de la Copa Interclubes Uncaf 2007 a Saprissa con un global de 2-1.
Viene de una familia que de por vida ha estado ligado al fútbol y en especial al Motagua, su hermano Javier es miembro de la Comisión de Selecciones de Honduras, Edy, otro de sus hermanos, ha sido también el hombre fuerte del equipo y su padre, don Pedro Atala, no sólo fue uno de los hombres más influyentes en el fútbol hondureño, sino que un triunfador hasta el día de su partida terrenal.
Justamente por ese don de tratar a los demás es que a Pedrito, como le dicen muchos, lo comparan con su padre. “Se parecen mucho y en casi todos, con algunas excepciones porque no todos somos iguales”, nos cuenta Héctor “Lin” Zelaya, quien por mucho tiempo ha sido el gerente deportivo de los azules y con quien han tenido una relación de muchos años, desde antes de defender la camiseta del equipo como jugador.
En 2006, Pedro ganó su primer título de Liga Nacional precisamente contra Olimpia. Pero ya sabe qué es perder contra los albos.
En el Clausura 2009-2010, los melenudos se tomaron venganza y le quitaron el campeonato en el único título de los albos midiéndose con las Águilas.
Pedro, además, estuvo al frente de la presidencia en el torneo Apertura 2007 cuando perdieron la final contra Marathón.