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Río de Janeiro, Brasil.
San Pedro Sula, capital industrial de Honduras, es catalogada como una de las ciudades más violentas a nivel mundial en donde cada día se lucha para combatir a la delincuencia.
Los datos publicados por el Consejo Ciudadano ONG mexicana para la Seguridad Pública y Justicia Penal, a principios de este año, ponen la ciudad como el segundo más peligroso del mundo, con 111.03 muertes por cada 100.000 habitantes, en segundo lugar solamente a Caracas, Venezuela. Después de cuatro años, esta fue la primera vez que S.P.S. dejó el primer lugar.
En esta ocasión en un amplio reportaje por parte del portal Band.com.br de Brasil, se dieron la tarea de hablar con uno de los jugadores brasileños que milita en el balompié hondureño en donde les contó la experiencia por la que ha atravesado en su estadía en tierras catrachas.
Nos referimos al atacante Jocimar Moreira, quien llegó este año al Marathón disputar el Torneo Clausura 2016 de la Liga Nacional y que todavía no logra estrenarse tras seis jornadas disputadas.
'Estoy más en casa, pero cuando salgo, voy a taxi. No es que sea por miedo. Es más precaución, para no dar oportunidad para la ocasión', le comentó el delantero al medio carioca.
El jugador verdolaga narró una mala experiencia que tuvo en su momento ya que anteriormente en el 2015 perteneció al Parrillas One en donde tuvo el sabor amargo de perder la categoría.
'Una vez que volvía de compras, no podía entrar a mi apartamento ya que acababan de matar a un chico en el coche delante del edificio. Me daba miedo. Pero nunca pasó por momentos de peligro, siempre he tenido una vida tranquila', señaló Moreira.
La intensidad de los clásicos
El ariete además dio su punto de vista en referencia a que los clásicos en nuestro país se juegan con intensidad y las diferentes aficionados se desbordan en pasión al grado de que en muchas ocasiones se cometen actos delictivos.
'Los juegos son complicados, como Corinthians y Palmeiras. Los aficionados son muy apasionados y, cuando tiene grandes juegos, siempre luchan en la calle. A veces salen con cuchillos y tientan la muerte', lamentó.
Por último reiteró que pese a todo él prefiere seguir radicando en suelo hondureño por lo que no se encuentra arrepentido.
'Me he adaptado a su fútbol. Si usted tiene la posibilidad de permanecer más tiempo aquí, no veo ningún problema. De hecho, yo prefiero jugar en Honduras, que en la tercera división en Brasil', concluyó.
