Sumado al largo historial de calientes enfrentamientos que ostentan, el partido de la segunda jornada de la eliminatoria de la Concacaf rumbo al Mundial de Rusia 2018 entre Honduras y México trae consigo un manantial de duelos individuales que prometen volver más apasionante dicho encuentro.
El más atractivo, quizá por la importancia que representan y su largo recorrido en Europa, es el choque que protagonizarán el defensor de la Bicolor, Maynor Figueroa, y el estelar atacante del Bayer Leverkusen alemán, Javier “Chicharito” Hernández.
El zaguero ceibeño es el bastión defensivo nacional, mientras que “Chicharito” está teniendo un tremendo inicio de temporada en la Bundesliga y en su carrera ha militado en colosos mundiales como Real Madrid y Manchester United.
Pero en la otra vereda, también se suscitaría un prometedor agarrón, ya que en caso de que se confirme la titularidad de Anthony “Choco” Lozano, el rústico Héctor Moreno será el encargado de frenar sus embates a como dé lugar.
En el mediocampo los reflectores estarán puestos en dos llamativas disputas entre elementos connacionales que curiosamente comparten equipo en el exterior; Boniek García y Luis Garrido, del Houston Dynamo de la MLS, contra Jesús “Tecatito” Corona y Héctor Herrera, quienes fungen con gran suceso en el poderoso Porto, de Portugal.
Boniek, quien ejercerá como volante catracho por derecha, intentará, aparte de frenarlo, generar más que “Tecatito”, cuyo talento ya está dando de que hablar en el balompié europeo. Del otro lado, chocarán Garrido y Herrera, ya con antecedentes entre sí vistiendo las camisas nacionales.
Otro cara a cara que llama poderosamente la atención e, incluso, invita a creer que podría destacar sobre el resto es la encarnizada lucha de carrileros que mantendrán a lo largo de los 90 minutos el polifuncional Miguel Layún (Porto, Portugal) y Emilio Izaguire (Celtic, Escocia).
De por sí el partido entre catrachos y aztecas tiene demasiados ingredientes históricos para creer que será pasional, al ver estos duelos personales nos damos cuenta que la batalla cubrirá cada ápice de terreno del mítico estadio Olímpico Metropolitano.