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Luis Figo asegura que la Concacaf compara a Blatter con Jesucristo y Mahoma

  • 15 diciembre 2015 /

El portugués afirma que el organismo que estaba a cargo del hondureño Alfredo Hawit no lo dejó hablar y dio todo el apoyo a Blatter.

Madrid, España.

El portugués Luís Figo considera, en una entrevista a EFE, que la investigación a Michel Platini no restará credibilidad a la candidatura a la FIFA de su mano derecha, Gianni Infantino, evoca su polémica transferencia del Barcelona al Real Madrid y no descarta ocupar un puesto directivo en el fútbol luso.

Figo, antiguo aspirante a la presidencia de la FIFA, aborda en la entrevista otros asuntos de su carrera, como su relación con el entrenador José Mourinho, con quien coincidió en el Inter de Milán la pasada década.

P. ¿La investigación al francés Michel Platini por pagos sospechosos afecta negativamente a la candidatura de su antigua mano derecha en la UEFA, el abogado suizo Gianni Infantino?

R. No veo cómo eso puedo suceder. Todo el mundo conoce el recorrido de trabajo y rigor de Gianni Infantino. Él vive de su trabajo y lo ha venido desempeñando de forma brillante en las funciones que ha ocupado.

P. ¿Por qué decidió apoyar a Infantino?

R. Es un trabajador incansable y le apasiona el fútbol. Centrará sus acciones en torno al fútbol y no alrededor de maniobras entre bastidores que tienen como meta perpetuar a quien está en el poder.

P. Se retiró de la candidatura para ser presidente de la FIFA el pasado mayo. Vivió un difícil episodio en la Concacaf (presidida por el hondureño Alfredo Hawit). ¿Cómo lo recuerda?

R. No me dejaron hablar, dando la palabra solo al presidente Blatter. Se organizó, encima, una especie de acto de apoyo. Escuché a presidentes de federaciones compararlo con Jesucristo y Mahoma.

P. ¿Por qué descartó una nueva candidatura a la FIFA? ¿No sería mejor un exfutbolista como líder de la FIFA?

R. Me siento bien apoyando a Gianni Infantino. Él dará la palabra a los jugadores. Sobre no volver a presentarme, el pasado demostró que, sin los debidos apoyos, es muy difícil conseguir los objetivos.

P. Independientemente de quien gobierne la FIFA, ¿qué desafíos apremian?

R. Hay que dotar a la organización de mecanismos que permitan luchar contra la corrupción y la falta de democracia. Después, hay que desarrollar el fútbol. Integramos el deporte más popular del mundo, pero no debemos sentarnos bajo el paraguas de ese estatuto.

P. Participa en un partido 'All Stars' este 18 de diciembre para promover el fútbol de Kuwait. ¿Considera buena idea un campeonato del mundo en el vecino Catar, a pesar de las sospechas de corrupción y del calor sofocante?

R. El fútbol debe llegar a todos los rincones del mundo y las poblaciones de Oriente Medio ya demostraron que lo adoran. Es cierto que hay que proteger al jugador y al juego en sí. En verano hay temperaturas elevadísimas, pero en invierno el clima es benigno. Lo vamos a constatar en este partido de exhibición. Sobre la atribución a Catar el Mundial de 2022, que se divulguen todos los informes y las investigaciones. Si no se prueba que hubo irregularidades en su atribución, hay que centrarse en garantizar que sea un campeonato exitoso.

P. Regresando a su carrera de jugador, estuvo cinco años en el Barcelona (1995-2000) y otros tantos en el Real Madrid (2000-2005). ¿Cuál fue su periodo más enriquecedor?

R. Fueron dos períodos fantásticos. En el Barcelona hubo falta de sintonía con la Dirección, que no quiso evitar mi salida. De todas formas, guardo buenos recuerdos del club y de los amigos que hice allí. Por otro lado, los años en el Real Madrid fueron absolutamente decisivos y me convirtieron en un madridista de corazón.

P. Su transferencia del Barça al Real agitó el fútbol mundial en el verano del 2000. ¿Cómo recuerda esos tiempos? ¿Cree que podría haber sido de otra manera?

R. Fue la Dirección del Barcelona de aquel tiempo que no quiso que me quedase, porque no creían que pudiese firmar por otro club. Me parece que no mostraron el respeto que merecía como un jugador importante que era en el club. Ante ese escenario, acepté la oferta del Real Madrid. Fue una decisión normal teniendo en cuenta las circunstancias. Si hubiese ido a otro club, no habría habido tanta polémica, pero me fui al Madrid y eso llevó a muchos a atacarme sin saber los hechos.

P. Acabó su carrera en el Inter en 2009, con José Mourinho. ¿Se justifica el apodo 'Special One'?

R. Sin duda. José Mourinho es y será siempre especial, independientemente de lo que ocurra esta temporada. Hizo historia y continuará haciéndola en el fútbol mundial. Posee un conocimiento increíble del juego y una forma notable de transmitir las ideas a los jugadores.

P. ¿Le gustaría ocupar un cargo como dirigente en el Sporting de Lisboa (su club de formación), la Federación Portuguesa de Fútbol o la Liga de Clubes en Portugal?

R. No escondo que ser directivo me atrae más que ser entrenador. Tengo experiencia de gestión tanto en mis empresas como en mi fundación. Tengo, además, nociones sobre dirección deportiva por los cargos que tuve en el Inter, como Embajador de la selección lusa e incluso como antiguo candidato a la presidencia de la FIFA. Vamos a ver lo que nos depara el futuro, pero, efectivamente, no cierro la puerta a ocupar un cargo de dirigente, siempre y cuando el proyecto sea interesante.