Felicidades, Olimpia. Has demostrado una vez más la estirpe de campeón que te ha distinguido a lo largo de tu rica historia.
Porque los campeonatos no sólo se ganan en la cancha con buen fútbol y una buena estrategia. No, señores. Los campeonatos se ganan con mentalidad, valentía, hambre, con querer ser CAMPEÓN.
Y ahí radicó todo lo sucedido el sábado pasado, o mejor dicho en casi todo el torneo, ya que después de un inicio con muchísimas dudas, el equipo se asentó, encontró equilibrio y su entrenador Juan de Dios Castillo rescató la columna vertebral que utilizó en el resto del certamen.
¿Por qué ganó Olimpia el título? .Simple: jugó como juega un verdadero campeón.
Humilló a Motagua, tanto en Danlí como en Comayagua.
Se le paró al mismo Marathón en San Pedro Sula, en su casa, con firmeza, convicción, demostrándole que la corona en esta oportunidad no se le escaparía.
Siempre fue más que su adversario, siempre buscó más. Olimpia jugó estos partidos como finales; Marathón, como encuentros de vueltas regulares.
Sólo apareció el equipo cuando se encontraba en desventaja en el marcador, muy poco para un plantel tan rico como el verde. Creo que los únicos en el Monstruo que 'jugaron' con hambre de ganar fueron sus dirigentes, encabezados por el Sr. Yankel Rosenthal.
En el campo de juego, todo fue temor, desde el plano táctico realizado por su entrenador, el profesor Chelato Uclés, hasta para contagiar a sus futbolistas.
Analicemos. Ya todo el mundo sabía que Olimpia jugaba con un 4-4-2, y lo más importante, todos sabíamos quiénes ocuparían dicho sistema. Por el lado de Marathón, nadie sabía qué sistema implementaría, y mucho menos quiénes serían los futbolistas que comprenderían ese sistema. Perdió a un gran portero como Obelar, excluyó a un lateral como Nilberto, que había sido figura en el torneo pasado, retrasó a Berríos donde jamás defendió y mucho menos se proyectó al ataque, aunque tenía delanteros con excelentes facultades para definir. Sólo utilizó a uno de ellos, a Baba Güity lo empleó de carrilero, preocupándose más por la subida de su lateral que por crear posibilidades de definición en la ofensiva. Sólo jugó con Vasconcelos por la presión que metió la gente, pues no contaba con un enganche clásico, bajó mucho el nivel del 'El Pescado' Bonilla, nunca sabíamos quiénes serían los contenciones. Pero ahora es el momento del Olimpia. Felicidades a todos sus futbolistas, cuerpo técnico y dirigentes. Realizaron una estupenda labor y llenaron de alegría a la enorme afición que siempre los acompaña y que hoy se viste orgullosamente de blanco.