Estudió primaria en la escuela Luis Bernárdez, secundaria en el instituto Juan José Laboriel en Santa Fe, posteriormente en la escuela agrícola Jhon F. Kennedy de San Francisco Atlántida, y su carrera universitaria la cursa en una universidad privada, pero no se matriculó este año por falta de recursos.
El ABC del fútbol comenzó a los ocho años con el equipo América que dirigía Celso Flores en su pueblo natal. Con el paso del tiempo se integró al Vida y debutó oficialmente en 2015 contra el Honduras Progreso, donde debutó goleando.
“Con el profesor Fúnez tenemos buena relación, me ha dado oportunidades porque me he ganado el puesto, me dio oportunidades que no tuve antes. Con el profesor Elvin López jugué mis primeros minutos, con Carlos Pavón no tuve oportunidad, pero me enseñó muchas cosas que ahora me están ayudando', comenzó explicando.
'No creo que el profesor Pavón me haya marginado, lo que pasa es que me puso a trabajar aparte para aprender algunas cosas, he mejorado en el control del balón, la picardía que debe tener todo delantero, ahora sé cómo enfrentar a los centrales recios, por mi estatura y estructura de cuerpo se me hace difícil, pero Pavón me ayudó a superar eso”.
Sobre sus características en la cancha dijo: “Soy un jugador rápido, aprovecho los errores que los centrales cometen, me gusta presionarlos para anotar los goles, mi defecto es el fútbol aéreo por mi estatura, pero manejo bien los dos perfiles, aunque mi pierna hábil es la derecha”.
“No soy el salvador”.
Al preguntarle si se siente salvador del Vida por su goles decisivos, manifestó: “No me considero el salvador del Vida por el gol contra Platense, no hubiera anotado sin el apoyo de todo el equipo, ahora nos preparamos para jugar contra Marathón, no prometo goles en ese partido, pero sí mucho esfuerzo, ojalá ganemos para que el equipo salve la categoría sin depender de otros resultados”.
Durante su permanencia en el Vida y hasta la fecha, Guillén devenga un salario de 5,000 lempiras mensuales que le alcanza para su alimentación, sin embargo, prepara su propia comida porque de pequeño su madre, Marla Clark, le enseñó a cocinar.
“Tengo contrato con el Vida un año y medio más, mi salario es bajo, apenas gano 5,000 lempiras, tengo salario de reservas que me alcanza para cosas personales, mi mamá me ayuda con el estudio,por eso quiero superarme para ayudar a mi mamá, quien es la que ha estado luchando conmigo”, reconoció.
“A pesar que gano poco, no descuido mi alimentación, prefiero tener comida en mi apartamento que comprar zapatos de moda porque puede vivir sin zapatos del año, pero nunca sin comida, no soy una persona lujosa, soy muy sencillo, tengo que alimentarme bien para rendir, no quiero regalar el puesto'.
'Me gustaría graduarme de licenciado en Administración de Empresas, aunque me gusta mucho la agronomía y desde pequeño mi abuelo me inculcó a trabajar con plantas y animales, desde niño siempre trabajé en el agro,”, enfatizó.
“Quiero aportarle mucho al Vida por la oportunidad que me está dando y después salir a otro equipo de los considerados grandes para luego saltar al extranjero”, finalizó.