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El 'Wayne Rooney” de Corea del Norte

  • 19 junio 2010 /

A Jong Tae Se le dicen el “Wayne Rooney norcoreano”, pero se comporta más como Beckham. Ama los autos, el rap, la ropa y cambia de peinado más rápido de lo que te tardas en decir “Kim Jong Il”.

Le dicen el “Wayne Rooney norcoreano”, pero se comporta más como David Beckham. Ama los autos, el rap, la ropa y cambia de peinado más rápido de lo que te tardas en decir “Kim Jong Il”.

El artillero de Corea del Norte, Jong Tae Se, no es un norcoreano promedio.

Nacido y criado en Japón, el delantero de 26 años nunca ha vivido bajo el régimen comunista de Corea del Norte y dice que no planea hacerlo. Le encanta salir de compras, practicar snowboarding y sueña con encontrar la versión coreana de las Spice Girls para casarse con ella, nada de lo cual sería posible en la empobrecida nación, una de las más aisladas del mundo.

Pero viste la camiseta de la República Popular Democrática de Corea con orgullo y se conmueve hasta las lágrimas cuando escucha el himno del país.

El chico de Nagoya podría convertirse en el más grande futbolista de Corea del Norte desde que Pak Doo Ik anotó el gol que eliminó a Italia del Mundial de 1966.

“Es japonés pero no es japonés. Es sudcoreano pero juega con el equipo de Corea del Norte, es ciudadano de Corea del Norte pero vive en Japón. Todas estas cosas son muy difíciles que el mundo las comprenda”, dijo en Tokyo su amigo y biógrafo Shin Mu Koeng. Jong, gracioso y agradable, con una resplandeciente sonrisa, una personalidad pícara y talento para hacer goles, le da al equipo de Corea del Norte un toque de glamour mientras se enfrentan con los equipos de Brasil, Portugal y Costa de Marfil llenos de estrellas. Jong se está convirtiendo rápidamente en la máxima celebridad de su equipo y un poderoso activo.

En la cancha, Jong es rápido y agresivo y el mayor anotador de Corea del Norte con 16 goles en 24 partidos internacionales. Su impresionante juego le ha valido comparaciones con el del artillero inglés Wayne Rooney entre los medios de Corea del Sur.

Colecciona zapatillas y se considera a sí mismo un esclavo de la moda. El miércoles, estaba entrenando con el cabello peinado con gomina pero al día siguiente se lo había afeitado. Y admite que llora como un niño viendo la telenovela “Sonata de Invierno” que transmiten en Corea del Sur.

Así es como se ve a sí mismo dentro de cinco años: conduciendo un carro como el de cualquier estrella de rap, con una cantante de Wondergirls --la versión coreana de las Spice Girl-- a su lado y jugando para alguno de los grandes clubes europeos.

Jong pudo haber jugado en Corea del Sur o Japón, pero eligió Corea del Norte. Nacido en Nagoya en una familia de ascendencia coreana, heredó la nacionalidad surcoreana de su padre pero fue criado y educado en la comunidad pro norcoreana de su madre.

Se cuenta entre los cerca de 600 mil “zainichi”, un grupo étnico de coreanos que viven en Japón como residentes de largo plazo, muchos de los cuales están en su tercera o cuarta generación como descendientes de obreros o reclutas que han vivido ahí desde la época en que Japón colonizó Corea.

Su primer lenguaje puede ser japonés, pero Jong y el mediocampista An Yong Hak fueron criados en la comunidad zainichi, asistiendo a escuelas donde enseñan coreano y prometen lealtad al líder Kim Jong Il.

Dice que nunca viaja sin su iPod, su computadora portátil y su Nintendo, muchas curiosidades para sus compañeros de equipo porque en el país sólo existe un canal de televisión estatal y donde esos lujos están reservados para altos funcionarios del gobierno.

Su compañeros visitan su habitación pidiéndole oír su música y jugar Super Mario, toman prestados sus libros, sus zapatillas para correr Nike fluorescentes y escuchan sobre su vida en la J-League (liga japonesa), incluyendo cuánto dinero gana.