Cristiano Ronaldo no tuvo un buen partido con el Real Madrid este sábado frente a Las Palmas en la Liga española y lo demostró al momento de ser sustituido por el entrenador francés Zinedine Zidane.
Cristiano se marchó al banquillo serio. Miró a la grada, que le dedicaba un contundente abucheo, hizo un gesto de desaprobación con el rostro, e intentó continuar su camino sin dar demasiadas muestras de lo que pasaba por su cabeza.
Sin embargo, el enfado era aparentemente visible. Al llegar a la banda, el '7' madridista pasó cabizbajo, dio la mano a Zidane sin mirarle a la cara y se marchó a su asiento, donde volvió a mostrar algún gesto de disgusto.