La afición del Real Madrid abandonó el estadio Santiago Bernabéu con cara de susto. El Schalke 04 se quedó a un gol de pasar a cuartos de final de la UEFA Champions League y los blancos, a la misma distancia de una debacle histórica.
Varios disparos en los instantes finales y hasta un saque de esquina a favor en el descuento tuvo el equipo alemán. No es de extrañar que la afición abandonara el escenario blanco enfadada, y que lo manifestara con una pitada al equipo al final del encuentro.
Durante el partido, Iker Casillas fue el blanco preferido para los pitos. Aunque tuvo varias intervenciones de mérito en los minutos decisivos, el portero volvió a mostrarse inseguro durante toda la noche, y especialmente en el primer gol, obra de Fuchs, a cuyo disparo no opuso resistencia pese a llegar perfectamente al balón.
La afición fue crítica con el meta también tras el tercer gol del Schalke, un disparo con efecto de Leroy Sané desde fuera del área ante el que Casillas no reaccionó.
Esta temporada Iker ha sido pitado en diversas ocasiones, especialmente en la derrota en casa ante el Atlético de Madrid (13 de septiembre de 2014) y después de caer en el Calderón por 4-0, en un encuentro liguero frente al Deportivo de La Coruña (14 de febrero de 2015).