El Chelsea prolongó su inmaculada trayectoria desde la llegada del alemán Thomas Tuchel al banquillo del conjunto londinense, tras encadenar este lunes su undécimo partido consecutivo sin perder, al imponerse por 2-0 al Everton.
Un resultado que reafirmó a los “blues”, rival del Atlético de Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones, en la cuarta plaza de la Liga inglesa, que da derecho a disputar la próxima temporada la máxima competición continental.
Tuchel parece haber recuperado para la causa a jugadores como el español Marcos Alonso, que parecía fuera del club en el pasado mercado invernal, y que este lunes fue fundamental en el triunfo del Chelsea.
El carrilero español no sólo asistió a los 31 minutos al alemán Kai Havertz en la jugada que dio origen al primer gol del Chelsea, obra del defensa Ben Godfrey en propia meta, sino que antes del descanso dispuso de una magnífica ocasión para ampliar el marcador.
Carlo Ancelotti se mostró decepcionado por el accionar de sus dirigidos. Foto AFP. |
Un dibujo que propicia la búsqueda de los espacios, el hábitat donde mejor se maneja otro de los grandes protagonistas del partido, el alemán Kai Havertz, por quien el Chelsea pagó este verano 80 millones de euros.
Y eso que Havertz no pudo marcar, pero participó activamente en los dos tantos del Chelsea.
Si en el primero su remate a centro de Marcos Alonso acabó en las redes tras tocar en el defensor Ben Godfrey, en el segundo provocó el penalti, que el brasileño Jorginho convirtió a los 65 minutos en el definitivo 2-0.
Un marcador que reflejó la superioridad del Chelsea sobre un Everton, que sin el concurso del colombiano James Rodríguez, lesionado, no fue capaza de generar ni una sola clara ocasión de gol.