Parece que éste es el torneo de los jóvenes. Gol de un juvenil por aquí, por allá... Esta vez volvió a ser Ramón Castillo quien le dio el triunfo a Olimpia con un golazo con membrete de mundial.
Castillo esperó que su equipo atacara, que profundizara en sus llegadas al arco y en una de esas, con toque sutil por encima de todos los que estaban en el área, incluyendo al arquero Adalid Puerto, y con un “sombrerito” la mandó al fondo. Ramón Castillo le está diciendo a Nahúm Espinoza “no necesita más refuerzos, aquí estoy yo”.
La peligrosidad siempre estuvo en los botines de los futbolistas merengues; en Platense vuelven a ser las individualidades de Carlos Will las que resaltan, el juego de conjunto no aparece y es uno de los equipos más irregulares en estas cinco fechas.
En cambio, Olimpia comienza a tomar forma y llegar a su nivel, pero lo más importante es que en su lecho está naciendo un goleador que hace que se olvide a los que se fueron. Justo triunfo albo.