1
Visualízate
El primer paso es pensar hasta dónde quieres llegar. No te limites, piensa en grande e imagínate tal como te gustaría ser o dónde te gustaría estar. ¿Como socia en el trabajo? ¿Terminando una maestría? ¿Con un cuerpo saludable? ¿Encontrando el amor? ¿Publicando un libro?
2
Transfórmate
Sentirse bien contigo misma es muy importante, y para lograrlo toma en cuenta que lucir un cabello con color intenso te hará sentir una transformación desde adentro.
3
Toma nota
Escribe todas esas metas que pensaste. Por más inalcanzables o ambiciosas que parezcan debes anotarlas, nada es ridículo y mucho menos imposible. Expláyate y enumera tus ideales.
4
Acomoda
prioridades
Está de lujo si quieres convertirte en chef, mudarte a París, casarte antes de los 30, comprar casa y tener un abdomen perfecto. Nada más que tendrás que empezar por enfocarte en los ideales más importantes primero y luego ir dominando los que siguen. Todo se puede si sabes planearlo bien.
5
Mentalízate
Ya tienes tus metas en orden, ahora tienes que empezar a querer cumplirlas. Es típico que después del paso tres nos quedemos con la buena intención de ser una supermujer y pasados dos días nos tiremos al sillón a ver la vida pasar. ¡No más!
Debes cambiar esa mentalidad y empezar a exigirte. Valora (y respeta) aquello que te propusiste y visualiza siempre el resultado final. Ten en mente a una persona a la que admires por haber conseguido eso que tanto quieres lograr, será de gran ayuda y motivación.
6
prende a
distinguir
Mientras que todo tipo de metas son bienvenidas debes poder discernir entre lo que depende de ti y lo que no. Por ejemplo, encontrar el amor es un ideal muy válido, nada más no lo conviertas en una obsesión puesto que definitivamente no depende sólo de ti. Mejor ponte como meta conocer nuevas personas, abrirte a nuevas posibilidades y trabajar en estar bien contigo misma primero. Conócete, aprende a estar sola y ¡disfrutarlo! Lo demás se dará por sí solo.
7
Elabora tu
plan de acción
Comienza por establecer pequeñas metas realistas que puedas marcar en una línea de tiempo. De este modo conforme vas avanzando, te sientes cada vez más motivada al ver que sí estás cumpliendo tus logros.
¡Además, así podrás ir midiendo el progreso con hechos! De no hacerlo, te será más difícil mantenerte enfocada en tu meta ya que la verás como algo complicado y muy lejano.
8
Disfruta
los resultados
El objetivo primordial de todo esto es la transformación desde adentro. Así que no lo pierdas de vista cuando llegues a la meta. Gózalo, festéjalo y prémiate por lo resultados.
Pero, ¡alto! Eso no significa que tires todo por la borda y vuelvas a caer en malos hábitos, pero sí es importante que reconozcas tus méritos y ahora trabajes por mantener/mejorar esa condición. De este modo lograrás una verdadera transformación desde adentro que te permitirá ver la vida ¡de un nuevo color!