Shannon Casey nació en Nueva Jersey, Estados Unidos, pero su corazón se quedó en Honduras desde hace 12 años.
En 2011, la estadounidense llegó por primera vez a tierras catrachas en un viaje de servicio, y desde entonces quedó fascinada con su belleza natural, su gente y su cultura.
Está casada con el deportista hondureño Raúl Carrasco, trabaja en su negocio Luminary Studio con el que brinda asesorías de diseño web, y a su vez se ha convertido en una personalidad de Instagram.
En su perfil oficial, @theshannoncasey, la originaria de Nueva Jersey comparte con sus más de 13 mil seguidores contenido turístico. Casey disfruta viajar a cada rincón de Honduras y documenta cada salida, esto, dice en entrevista, es algo que le apasiona, ya que desea mostrar la otra realidad del país, “la parte positiva”.

“La primera vez que visité Honduras fue en 2011... Estuvimos construyendo escuelas con la organización de Shin Fujiyama, en ese entonces yo estudiaba en la universidad, y después de que me gradué tomé una decisión. Había algo que quedó en mi corazón de Honduras, algo que me enamoró, me dije: “Yo no sé qué quiero ser en la vida, pero sí sé dónde quiero estar, y es en Honduras”. Así que tomé un riesgo y me mudé a Honduras”, cuenta Shannon en un perfecto español.
“Mis primeras experiencias en el país fueron ayudando a personas en diferentes pueblitos a través de organizaciones internacionales haciendo servicios”, recuerda la joven.
A través de su cuenta de Instagram muestra los lugares más hermosos e interesantes de Honduras, incluso aquellos de los que casi no se habla.
“La gente siempre dice Roatán, que las Islas de la Bahía, que sí son una belleza, pero ya es algo obvio, pero a mi me gusta darle cariño a todos los lugares y pueblitos como Copán, Ruinas, Tela, La Esperanza, entre otros. Recientemente viajé a Santa Ana y Ojojona (Francisco Morazán) y me quedé impresionada”, comparte.

Shannon Casey también tiene su faceta de deportista.
“Yo practico Jiu-jitsu, y soy una entrenadora certificada en CrossFit, nivel uno y también hago boxeo. Aparte, mi esposo y yo tenemos una organización que se llama World Compass Foundation, en El Progreso, tenemos desde jóvenes hasta adultos mayores que practican este arte marcial. Esto forma parte de un programa que brindamos para ayudar a las personas a formarse como líderes en su comunidad. No se trata de sacar a los mejores, o a los campeones, sino de formar a personas con valores y enseñarles a tener confianza y autoestima”, explica.

Finalmente, dice que lo que más ama y admira de Honduras es su gente, “Yo creo que Honduras tiene muchos lugares bellos, y comparto mucho contenido sobre eso, pero lo que más me gusta es su gente, pues es bien cálida, luchadora, cariñosa, siempre está dispuesta a compartir y platicar. Es un ambiente muy acogedor. Yo soy de Nueva Jersey, y sí la gente de allí tiende a ser un poco más fría, y al venir aquí experimenté algo totalmente diferente. Antes era una persona más cerrada, este país me ha cambiado”, asegura.