Redacción. La vejiga es la encargada de almacenar y expulsar la orina del cuerpo a través de la uretra, sin embargo, por su labor se expone a infecciones recurrentes que afectan principalmente a las mujeres.
'Este órgano muscular forma parte del sistema genitourinario y cumple dos funciones principales', señala el urólogo José Gerardo González Lecea. 'Por un lado recibe y almacena la orina producida por la filtración de la sangre a través de los riñones, y por otro, se vacía de manera efectiva durante la micción'.
La mayoría de las enfermedades que afectan la vejiga son causadas por bacterias, siendo las mujeres las más propensas a manifestar infecciones urinarias.
'A diferencia de los hombres, la uretra de las mujeres es mucho más corta y al estar más próxima a la región perineal, los microbios pueden llegar fácilmente a la vejiga', indica el urólogo.
Además de infecciones urinarias, la vejiga puede padecer otras enfermedades, incluso cáncer.
'La principal recomendación es que cuando sientan molestias urinarias como necesidad frecuente de orinar y dolor o ardor al orinar, acudan con un especialista urólogo para que les realice los estudios necesarios', advierte González Lecea.
'Hay que evitar la automedicación porque luego se retrasa la atención médica, y una afección que podría ser sencilla se puede complicar'.
Las enfermedades vesicales más comunes son la cistitis, la cistitis intersticial y los tumores. Los tratamientos varían dependiendo de la causa del problema, puede incluir desde terapias farmacológicas hasta cirugías, en casos severos.
'Las mujeres tienden a contraer infecciones urinarias con más frecuencia que los hombres, ya que la uretra femenina tiene una longitud aproximada de 4 centímetros, y está más cerca de la zona perianal donde hay más bacterias', explica José Gerardo González Lecea, urólogo del Centro de Especialidades Médicas.
El diagnóstico se realiza mediante un urocultivo para identificar la bacteria y elegir el antibiótico más adecuado para la infección.
Cistitis Intersticial
También conocida como síndrome de la vejiga dolorosa, es una enfermedad crónica que se manifiesta con dolor, ardor y presión leve o intensa en la vejiga, sensación de no poder contener la orina y necesidad de orinar con frecuencia y de manera urgente.
Las mujeres tienen 10 veces más probabilidades de padecer cistitis intersticial que los hombres.
'La mayoría de ellas sufre dolor recurrente en la vejiga y la zona pélvica, el cual suele intensificarse durante la menstruación y las relaciones sexuales', indica el urólogo.
Como las causas que provocan esta enfermedad aún se desconocen, no existe estudios para identificarla, ni tratamientos específicos.
Sin embargo, se sugieren ciertas terapias para mejorar la calidad de vida de las pacientes como lavados de vejiga, dilatación de la vejiga, fármacos orales a base de antiinflamatorios, electroestimulación nerviosa transcutánea (TENS), uso de toxina botulínica, alimentación variada y equilibrada, actividad física, fortalecimiento de la vejiga, evitar tabaco y alcohol, y cirugía cuando las demás alternativas han fallado y el dolor se vuelve insoportable.
'Este órgano muscular forma parte del sistema genitourinario y cumple dos funciones principales', señala el urólogo José Gerardo González Lecea. 'Por un lado recibe y almacena la orina producida por la filtración de la sangre a través de los riñones, y por otro, se vacía de manera efectiva durante la micción'.
La mayoría de las enfermedades que afectan la vejiga son causadas por bacterias, siendo las mujeres las más propensas a manifestar infecciones urinarias.
'A diferencia de los hombres, la uretra de las mujeres es mucho más corta y al estar más próxima a la región perineal, los microbios pueden llegar fácilmente a la vejiga', indica el urólogo.
Además de infecciones urinarias, la vejiga puede padecer otras enfermedades, incluso cáncer.
'La principal recomendación es que cuando sientan molestias urinarias como necesidad frecuente de orinar y dolor o ardor al orinar, acudan con un especialista urólogo para que les realice los estudios necesarios', advierte González Lecea.
'Hay que evitar la automedicación porque luego se retrasa la atención médica, y una afección que podría ser sencilla se puede complicar'.
Las enfermedades vesicales más comunes son la cistitis, la cistitis intersticial y los tumores. Los tratamientos varían dependiendo de la causa del problema, puede incluir desde terapias farmacológicas hasta cirugías, en casos severos.
Cistitis
Es una inflamación aguda de la vejiga generalmente ocasionada por bacterias. Los microbios ingresan por la uretra y luego pasan a la vejiga, en ocasiones, pueden diseminarse a los riñones.
La cistitis aguda bacteriana es la infección más común entre mujeres y el motivo más frecuente de consulta.Se considera aguda porque comienza de manera súbita.
Los síntomas que la caracterizan son dolor o ardor al orinar, necesidad imperiosa de orinar con frecuencia, incluso inmediatamente después de haber vaciado la vejiga, y en casos severos puede presentarse hematuria (presencia de sangre en la orina).
 Si presentas molestias visita al urólogo, evita automedicarte.
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'Las mujeres tienden a contraer infecciones urinarias con más frecuencia que los hombres, ya que la uretra femenina tiene una longitud aproximada de 4 centímetros, y está más cerca de la zona perianal donde hay más bacterias', explica José Gerardo González Lecea, urólogo del Centro de Especialidades Médicas.
El diagnóstico se realiza mediante un urocultivo para identificar la bacteria y elegir el antibiótico más adecuado para la infección.
Cistitis Intersticial
También conocida como síndrome de la vejiga dolorosa, es una enfermedad crónica que se manifiesta con dolor, ardor y presión leve o intensa en la vejiga, sensación de no poder contener la orina y necesidad de orinar con frecuencia y de manera urgente.
Las mujeres tienen 10 veces más probabilidades de padecer cistitis intersticial que los hombres.
'La mayoría de ellas sufre dolor recurrente en la vejiga y la zona pélvica, el cual suele intensificarse durante la menstruación y las relaciones sexuales', indica el urólogo.
Como las causas que provocan esta enfermedad aún se desconocen, no existe estudios para identificarla, ni tratamientos específicos.
Sin embargo, se sugieren ciertas terapias para mejorar la calidad de vida de las pacientes como lavados de vejiga, dilatación de la vejiga, fármacos orales a base de antiinflamatorios, electroestimulación nerviosa transcutánea (TENS), uso de toxina botulínica, alimentación variada y equilibrada, actividad física, fortalecimiento de la vejiga, evitar tabaco y alcohol, y cirugía cuando las demás alternativas han fallado y el dolor se vuelve insoportable.
