Siete ejercicios para cultivar la alegría

¿Sabe cómo ser feliz? ¿O está esperando que la felicidad lo encuentre? Esta no aparece por arte de magia, es algo que puede cultivar

El 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría, instaurado en 2010 en el Congreso de Gestión Cultural celebrado en Chile.

Redacción. Las personas felices parecen saber intuitivamente que su felicidad es la suma de sus elecciones de vida, y sus vidas se basan en los siguientes pilares:

dedicar tiempo a la familia y los amigos, valorar lo que tienen, mantener una actitud positiva, tener una sensación de propósito y vivir el momento.

Si ha estado buscando la felicidad, la buena noticia es que sus elecciones, pensamientos y acciones pueden influir en su nivel de felicidad. Aquí descubrirá cómo iniciar el proceso.

CULTIVE LAS RELACIONES

Rodéese de personas felices. Rodearse de personas que estén contentas levanta el ánimo. Y cuando es feliz, aporta algo a quienes le rodean. Imagine que tiene una cuenta bancaria emocional. Llénela de palabras y acciones amables.

Tenga cuidado y sea amable ante la crítica. Hágale saber a las personas que agradece lo que hacen por usted o que simplemente le alegra de que sean parte de su vida.

CULTIVE EL OPTIMISMO

Desarrolle el hábito de ver el lado positivo de las cosas. No es necesario que sea exageradamente optimista; después de todo, las cosas malas sí suceden. Sería tonto hacer de cuenta que no es así. Pero no tiene que dejar que lo negativo tiña toda su perspectiva de la vida.

Recuerde que lo bueno que tiene casi siempre supera lo malo.Si por naturaleza no es una persona optimista, es posible que le lleve tiempo cambiar su forma de pensar pesimista. Comience reconociendo los pensamientos negativos cuando los tiene.

Luego, tome distancia y hágase estas preguntas claves: ¿Es la situación realmente tan mala como creo? ¿Hay algún otro modo de analizar la situación? ¿Qué puedo aprender de esta experiencia que pueda usar en el futuro?

ACEPTAR LA VIDA TAL CUAL ES

El doctor israelí Tal Ben-Shahar, experto en Psicología Positiva, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para nadar o a jugar fútbol: con técnica y práctica.

Sus principios sobre la felicidad extraídos de sus estudios han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “lo liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”.

I could dance with you forever

CONSEJOS

1. Viva el presente. No posponga la alegría esperando el día en que tenga menos ocupaciones o la vida sea menos estresante. Ese día puede ser que nunca llegue. Enfóquese en lo positivo en el momento presente, en lugar de pensar en el pasado o preocuparse por el futuro.

2. Perdone sus fracasos. “Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el doctor Tal Ben-Shahar. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad.

3. No dé lo bueno por hecho: agradézcalo. Cosas grandes y pequeñas. “Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista”, dice el doctor Tal Ben-Shahar.

4. Haga deporte. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, que son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer.

Siete ejercicios para cultivar la alegría

5. Simplifique, en el ocio y el trabajo. “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, dice Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez.

6. Aprenda a meditar. Es un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxito, sí le aportará un grato momento de paz.

7. Practique una nueva habilidad: la resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”.

Siete ejercicios para cultivar la alegría