1. Desarma. Lo primero es abrirla y separar todas sus partes. De esta forma, podrás ir enjuagando cada una por separado con agua caliente.
2. Cepillo. Los filtros metálicos tienden a atorarse levemente, así que ten cuidado al manipularlo y espera a que esté frío. Dale la vuelta bajo el fregadero y con un cepillo de cerdas suaves retira el resto del filtro del café. Si notas que hay orificios taponados, usa un alfiler. Para los de tela, también voltéalos y restriega un poco.
3. Agua y vinagre. Llena el recipiente con una mezcla de 2 partes de gua por 1 de vinagre, una solución de limpieza natural que actúa igual o mejor que los detergentes químicos.
4. Deja secar. Es importante que dejes la cafetera al aire libre al menos media hora para que el olor a vinagre se evapore. Solo tendrás que agregar las porciones que regularmente preparas y ¡listo!