Niños mimados, ponga un alto

El padre debe evitar convertirse en un esclavo del menor, sobre todo entre las edades de dos a cuatro años que es cuando sucede la mayoría de rabietas.

  • 01 ago 2016

Redacción.

El amor de los padres en ocasiones puede excederse y estas acciones siempre hacen daño a los más pequeños de la casa, tener un niño consentido es uno de los grandes temores de los progenitores, pero esta etapa debe ser una oportunidad para enseñarle los límites, de no hacerlo durante la infancia podría tener consecuencias graves como llegar a ser un adulto intolerante que no se esforzará por lograr algo.

Señales de un niño mimado

1. El niño frecuentemente lo avergüenza en público con berrinches
2. Constantemente lo ignora
3. Nunca están satisfechos y siempre que ven algo, hacen lo posible por tenerlo
4. No comparten comida o juguetes
5. Se debe recurrir al soborno para que hagan las tareas
6. Se debe rogar para que obedezca
7. Trata de manipular a los adultos
8. Incapaz de entretenerse solo
9. No tiene muchos amigos ya que siempre termina regañándolos
10. No obedece las reglas

Matiza García, terapeuta infantil explica, “Cuando un niño es mimado para evitar que sufra se le está condenando, porque en vez de usar su potencialidad para crecer, la usa para controlar los adulto”.

Los progenitores deben aprender a reaccionar desde que esten pequeños, porque de adulto no soportaran la idea de un no como respuesta y puede desarrollar una conducta en la que perderá la capacidad para investigar, ya que baja su curiosidad.

En un momento de crisis el adulto debe mantenerse sereno ante el berrinche y evitar razonar con el niño, lo ideal es ignorarlo y tenerle paciencia hasta que el menor comprenda que no puede conseguir lo que desea.

Un niño feliz se desarrolla en un ambiente de comprensión, curiosidad y ganas de conocer y aprender el mundo en el que vive.