Durante las fiestas decembrinas se suele recurrir a “pequeños” pecados que pueden alterar la salud o la convivencia entre la familia y amigos.
Platicar por horas frente a la charola de boquitas “invita” a comer sin parar. El riesgo es aumentar de peso y descontrolar los niveles de glucosa, presión arterial, colesterol y triglicéridos, señala la nutrióloga Marisa Zertuche.
No te saltes comidas, come despacio y espera 20 minutos después de comer para dar tiempo a que el cerebro registre la sensación de saciedad. Toma un vaso de agua por cada bebida alcohólica.
El nuevo carro de su hermana, la laptop que se ganó su primo en la rifa o el viaje que harán tus amigos a Estados Unidos puede causarte envidia. Procura encausar este sentimiento en admiración. ¡Clásico! Siempre está el pariente que nunca ayuda a limpiar la casa cuando se acaba la cena familiar. El que todos participemos en la organización de las reuniones mejora la convivencia familiar, indica Claudia Canales, experta en modales y reglas de etiqueta.
“Podemos preguntar a los anfitriones en qué podemos ayudar, o bien, responder a sus atenciones con una botella de un buen vino o un delicioso postre”, recomienda. Esas bromas pesadas que hacen los sobrinos, como tronar un cohete cerca de los invitados, o bien, la comparación del pariente “pasadito” de peso con Santa Claus, puede “sacar de sus casillas” a más de uno.
Canales sugiere evitar bromas pesadas, apodos incómodos, críticas, beber de más, chismes, indiscreciones y burlas. Vas a un centro comercial y quieres todo, y más con el aguinaldo en la bolsa. “Cuando estás cómoda contigo misma no necesitas más cosas”, señala la psicóloga Marina Pérez.
Ser generosa, ya sea compartiendo desde un plato de comida hasta un donativo, le da un sentido diferente a las fiestas y vence la avaricia, indica. Las reuniones se convierten en un pretexto para presumir lo que se tiene, pero la Navidad es un momento en donde se fortalecen los lazos afectivos, no una competencia.
“La base de la soberbia es la inseguridad. Al momento en que no te sientes suficientemente valioso tratas de cubrir, y en ese afán ostentas”.
1
Boquitas sin fin
No te saltes comidas, come despacio y espera 20 minutos después de comer para dar tiempo a que el cerebro registre la sensación de saciedad. Toma un vaso de agua por cada bebida alcohólica.
2
Envidia
El nuevo carro de su hermana, la laptop que se ganó su primo en la rifa o el viaje que harán tus amigos a Estados Unidos puede causarte envidia. Procura encausar este sentimiento en admiración.
3
Los “conchudos”
“Podemos preguntar a los anfitriones en qué podemos ayudar, o bien, responder a sus atenciones con una botella de un buen vino o un delicioso postre”, recomienda.
4
Bullying familiar
Canales sugiere evitar bromas pesadas, apodos incómodos, críticas, beber de más, chismes, indiscreciones y burlas.
5
Consumismo
Ser generosa, ya sea compartiendo desde un plato de comida hasta un donativo, le da un sentido diferente a las fiestas y vence la avaricia, indica.
6
Presunción
“La base de la soberbia es la inseguridad. Al momento en que no te sientes suficientemente valioso tratas de cubrir, y en ese afán ostentas”.