Llega un nuevo miembro de la familia a casa, hay que vestir el nido y todo es poco. Pero conviene decorar con sentido común y excelentes calidades.
La llegada de un hijo, y más si se trata del primero, se acoge con júbilo y satisfacción, sensaciones que no deben hacerle perder la cabeza a la hora de realizar compras, pero sí en el momento de elegir texturas y materiales.
A continuación se le da algunos consejos para hacer su vida y la de su bebé más fácil.
-Tener estanterías abiertas donde todo está a la vista para no perder el tiempo en búsquedas infructuosas: es una idea acertada cuando el tiempo para atender a los bebés es oro.
-Puede comprar o hacer juguetes elaborados con algodón y fieltro, ideales para evitar golpes.
-La mejor opción es adquirir desde el principio piezas prácticas que puedan alargarse en el tiempo y que no ocupen un espacio innecesario del que no dispone.
-Los textiles son un punto candente, los tonos neutros son lo ideal, aunque es imposible no renunciar a los rosas o azul. Que sean de algodón, lavables e hipoalergénicos son los más recomendables, tanto en cuna o cama y también en alfombras.