26/04/2024
01:02 PM

Derroche, glamour y arte en el Fashion Week

La segunda noche del Fashion Week Honduras sí que dejó buena impresión entre el público por la calidad de diseños

La segunda noche del Fashion Week Honduras sí que dejó buena impresión entre el público por la calidad de diseños, la propuesta de moda, variedad de prendas, el homenaje a Gioconda Berlíoz y, por si fuera poco, el fashion reciclaje de Yoyo Barrientos.

Bien dice el dicho que 'los últimos serán los primeros' y el diseñador capitalino cumplió con este refrán al deslumbrar a los presentes con una colección elegante, muy de mujer de fiesta, también para ejecutiva sobria, pero moderna y para aquellas que consideran la moda como una forma de transmitir un mensaje.

Fue el último diseñador de la jornada, sus creaciones llegaron a la pasarela con 15 minutos de retraso y en bloques de cinco modelos. Las primeras lucieron exquisitas creaciones en las cuales flores en papel periódico, el nylon en una columna estilo bailarina de charleston y hasta latas de bebidas energizantes fueron el punto focal de los vestidos. Yoyo demostró que dejó volar la imaginación y transmitió un mensaje claro.

Usó mucha seda en sobrias columnas de corte sirena donde mezcló plumas, no abusó del brillo y hasta jugó a la perfección con detalles que denotaron buen gusto a la hora de vestir a su clientela. El talentoso capitalino se mostró más maduro en conceptos de moda, pero siempre fiel a su estilo de seguir vistiendo con mucha sofisticación.

El diseñador revivió los mitones y guantes cuyo auge aumenta en las últimas semanas, como complemento de regios vestuarios. El modisto con más de 25 años de trayectoria destacó mucho color, mezcla de telas estampadas y bordadas y hasta blondas.

La sorpresa

La revelación de la noche fue Laura Facussé. Esta diseñadora fue la única que mostró en realidad una propuesta muy clara. Fundamentó su colección con telas netamente hondureñas, manejó a la perfección la paleta de colores y combinaciones y, por si fuera poco, dejó claro que su estilo es más vanguardista, casero y rústico.

Propuso pantalones tipo corsario pirata, con amplias bolsas en terminaciones pachucas, cortes cuadrados y simples. Sus colores primarios fueron el negro, el maquillaje y el gris, destacando en creaciones con pequeños detalles de tonos intensos.

La joven que estudió diseño de modas en Nueva York además implementó mano de obra nacional con casi perfectas terminaciones y describió su visión de moda como libertina y arriesgada.

Más boutique

Elynora Núñez y Alejandra Córdoba, creadoras de la firma Lala y Mikito, presentaron una mezcla de todo en pasarela, tanto en texturas como en cortes y colores. No faltaron en el fashion show los estampados, jeans y blusas vanguardistas con brillos, tonos sólidos y hasta adornos sobrepuestos en colores extravagantes.

Optaron por variedad de telas y sus conceptos al final fueron más moda pret-a-porté y casual, muy al estilo de las boutique, que un concepto fijo o una propuesta que ambas quisieran que se popularizada y consolidara en el vestuario de las jóvenes hondureñas. Hubo columnas de volantes con terminaciones hasta simples túnicas con pequeños bordados como destellos.

La popular falda globo y los cortes rectos fueron otra marca que distinguió esta presentación.

Gladys Cuestas creó en poco tiempo una colección en la que también se la jugó con un poco de todo.

Fusionó telas de impecable impresión con cortes audaces y al sesgo, estampados, colores intensos, pero al final, nada revolucionario ni que le aporte ese elemento nuevo a la moda nacional.

Usó chifones, organzas y mucha tela de bastante movimiento y trató de confeccionar drapeados perfectos, tanto verticales como horizontales, sobre el popular corsé o corte estraple. Uno de los detalles que le hizo sombra a sus trajes fue la falta de calidad en el acabado.

LA PRENSA habló con la modista, quien reveló que no tuvo el tiempo suficiente para trabajar con detalle las prendas y que en Honduras no existe mano de obra de primera.