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La histórica sesión del 15 de septiembre de 1821

  • 07 septiembre 2008 /

Dos días antes del 15 de septiembre de 1821 llegó a Guatemala un correo de Tuxtla, Comitán, Ciudad Real y Chiapas, en el que se enviaban copias de las actas por las cuales estos pueblos se unían al Plan de Iguala.

    Dos días antes del 15 de septiembre de 1821 llegó a Guatemala un correo de Tuxtla, Comitán, Ciudad Real y Chiapas, en el que se enviaban copias de las actas por las cuales estos pueblos se unían al Plan de Iguala.

    El Plan de Iguala o de las Tres Garantías fue el proyecto que selló la independencia de México que había empezado en 1810. En esos pliegos se incitaba a las demás provincias del reino a que se independizaran como ellos ya lo habían hecho.

    El brigadier Gabino Gaínza convocó esa misma tarde a las autoridades civiles, militares y eclesiásticas para que asistieran a una sesión que se realizaría el 15 de septiembre; en ella se tratarían asuntos de sumo interés para la colonia.

    Ese día se reunieron en el Palacio de Gobierno de Guatemala las autoridades de las provincias presentes en esta ciudad, representantes de la Universidad, de la Iglesia y de las autoridades civiles.

    En el lugar se congregaron 56 personas, las cuales tenían que decidir si Centroamérica se separaba de España. Entre ellos se encontraba Pedro Molina, un importante personaje guatemalteco que apoyaba firmemente la idea independentista.

    Presencia femenina
    La esposa de Pedro Molina, María Dolores Bedoya, visitó el día anterior a esa reunión todos los barrios más habitados de la ciudad con el objetivo de invitar al pueblo a llenar la plaza, ubicaba frente al Palacio de Gobierno.

    Ella contrató música y pólvora para tener suficientes cohetes y bombas tronadoras, pues esperaba festejar a lo grande el 15 de septiembre. Al principio la concurrencia no era muy nutrida.

    La reunión fue a puerta abierta. La junta se inició sin mayor retraso. El ambiente era tenso ante la importancia de lo que se habría de tratar y resolver. Estaban alrededor de 50 personas en salón, pero en la antesala y en el corredor se reunieron cada vez más personas, lo mismo que en el patio, portales exteriores y en la plaza misma.

    Mientras los miembros de la Junta discutían los argumentos a favor y en contra de la declaración de independencia, Bedoya agitaba al pueblo en la plaza a favor de la libertad.

    Dentro del Palacio de Gobierno comenzaron a repetirse los argumentos para retrasar la proclama de independencia. Uno de los opositores era José Cecilio del Valle, una persona muy importante en Guatemala.

    Primero se dio lectura a los documentos llegados de Chiapas y a continuación se escuchó la opinión de los asistentes. Se observó que había diferentes puntos de vista, pues algunos querían que se proclamara la independencia y otros querían retardarla.

    Pero cuando las detonaciones de pólvora, cohetes y música iniciaron, los representantes opuestos a la independencia creyeron que había estallado la revolución y se apresuraron a proclamar la independencia.

    Como a las 11.00 de la mañana se acordó redactar el Acta de Independencia por medio la cual Centroamérica se separaba de España.
    El encargado de redactarla, y uno de los firmantes fue José Cecilio del Valle, aunque él se oponía a la declaración y prefería esperar la decisión de las demás provincias centroamericanas.

    Pero es a la personalidad de Gabino Gaínza a quien se le debe que no fuera necesario realizar batallas para alcanzar la libertad pues éste, último gobernador español en Centroamérica, terminó apoyándola.

    Gaínza, además de firmar el acta, logró que las autoridades españolas aceptaran la nueva situación. Otro personaje importante fue Juan de los Santos Madriz, rector de la Universidad Santo Tomás, activo miembro y firmante del acta del 29 de octubre de 1821.