El Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) trabaja en un ambicioso proyecto de intervención en la red de túneles de la Acrópolis del Sitio Maya de Copán, en respuesta a un deterioro estructural que amenaza con dañar de forma irreversible uno de los patrimonios arqueológicos más valiosos de América. En ese sentido, esta acción no solo busca preservar la memoria ancestral de los mayas, sino salvaguardar el sustento cultural y económico de las comunidades que dependen del turismo en Copán Ruinas.
“Durante años hemos enfrentando una amenaza muy seria para la conservación del Sitio Maya de Copán. Las filtraciones y hundimientos que se han documentado desde 2022 comprometen estructuras fundamentales”, dijo Rolando Canizales, gerente general del IHAH.
Riesgos reales
El funcionario explicó que, la red de túneles, con una extensión de 6.5 kilómetros, fue abierta por arqueólogos en las décadas de 1980 y 1990 con fines de estudio.
Estas excavaciones permitieron revelar los cimientos de la dinastía que gobernó Copán y documentar siglos de historia escondida bajo templos milenarios. Sin embargo, la falta de mantenimiento ha expuesto los túneles a filtraciones de humedad, colapsos parciales y debilitamiento de estructuras arqueológicas clave, como los templos 10L-16 y 10L-22.
Ante esta amenaza, el IHAH reunió a un equipo interdisciplinario que incluye expertos internacionales, arqueólogos nacionales, técnicos restauradores y trabajadores locales de origen maya-chortí, con el objetivo de sellar secciones vulnerables y estabilizar estructuras en riesgo.
“Hemos priorizado las áreas que ya fueron documentadas por los arqueólogos y que se pueden cerrar de manera segura para proteger la estabilidad de templos icónicos”, explicó Canizales.
Ciencia, tradición y comunidad
El proyecto se apoya en estudios técnicos actualizados y en el dictamen No. 084-SGP-2024, que establece la urgencia de la intervención. Esta primera fase se concentrará en la Acrópolis Temprana, zona que alberga las estructuras más antiguas del sitio.
Cada persona que participa en este proceso recibe formación específica sobre la sección de los túneles donde trabajará, las medidas de seguridad, la manipulación de materiales antiguos y los protocolos para la conservación de esculturas de estuco. En áreas de alta sensibilidad, solo accede personal con indumentaria especializada y equipo de bioseguridad, lo que demuestra el alto estándar técnico y ético del proyecto.
“Queremos que los trabajadores no solo colaboren, sino que además se formen. Esta es una oportunidad para transferir conocimiento técnico en conservación del patrimonio”, subrayó.
Respaldo internacional e impacto local
El proyecto cuenta con el respaldo metodológico de instituciones internacionales como Harvard y las universidades de Nuevo México y Komatsu (Japón), con las cuales el IHAH mantiene vínculos técnicos desde hace décadas. Las prácticas implementadas responden a estándares internacionales en conservación patrimonial, y son dirigidas por científicos formados en esos centros.
Más allá de la protección del patrimonio, esta intervención ya genera beneficios concretos para la economía local. Se han contratado unas 40 personas de Copán Ruinas, y los materiales e insumos se adquieren directamente a proveedores de la zona.
La presencia del proyecto activa la economía, dinamiza el empleo y refuerza el sentido de pertenencia de la comunidad hacia su patrimonio.
La restauración de los túneles de Copán no es solo una labor técnica, es una decisión estratégica y cultural. Significa garantizar que generaciones futuras puedan seguir aprendiendo de esta civilización milenaria, que los científicos continúen investigando sus secretos, y que las comunidades que habitan este territorio sigan creciendo de la mano de su riqueza histórica.