Redacción LP
En términos de usuarios, ningún servicio de mensajería se acerca a las cifras de WhatsApp: Aproximadamente 1,500 millones de usuarios en 180 países y con semejante popularidad, no es extraño que despierte el interés de los piratas informáticos.
Según han dado a conocer diversos medios, a finales de octubre Facebook, la casa matriz del popular servicio demandó al grupo israelí NSO, a quien acusa de estar detrás de ciertos ciberataques contra WhatsApp.
NSO es conocida por desarrollar programas informáticos de vigilancia, particularmente uno llamado Pegasus, el cual, alegan, pudo ser instalado remotamente por piratas informáticos en teléfonos y otros dispositivos, gracias a una vulnerabilidad que encontraron en la aplicación de mensajería, informa la BBC.
La acusación sostiene que NSO envió software malicioso (malware) a un aproximado de 1,400 teléfonos celulares a fin de espiar a figuras del periodismo, activismo de derechos humanos, disidentes políticos y diplomáticos en diversas partes del mundo, si bien se reporta que la mayoría de los casos ha ocurrido en India.
La compañía israelí, por su parte, ha rechazado las acusaciones, alegando que sus esfuerzos se concentran en ayudar a los gobiernos en su lucha contra el terrorismo.
No obstante, en una presentación que hizo ante las autoridades, WhatsApp manifestó que NSO “desarrolló su ‘malware para acceder a los mensajes y otras comunicaciones después de que fueron descifrados en los dispositivos de destino”, debido a que el software malicioso ya se había instalado en el dispositivo en cuestión.
En busca de alternativas
Cuando esta situación comenzó a conocerse, la reacción de algunos usuarios fue buscar otros servicios de mensajería como alternativa a WhatsApp. Dos de los nombres más mencionados son la ya conocida Telegram y otro servicio denominado Signal, las cuales, se dice, son servicios más seguros que WhatsApp.La WhatsApp se presenta como un servicio seguro debido a su cifrado de extremo a extremo, es decir, que las comunicaciones solo aparecen legibles en el teléfono de origen y en el de destino.
El problema con software como Pegasus, es que, como explica el especialista en tecnología, Prasanto Roy, una vez que un teléfono es infectado, los ciberpiratas pueden ver lo mismo que el usuario ve en su pantalla, es decir, los mensajes que han sido desencriptados, por lo que en el fondo, la vulnerabilidad involucra también a los sistemas operativos.
El reporte señala que WhatsApp, al estar al tanto de la vulnerabilidad descubierta, seguramente trabaja en una forma de contrarrestarla.
Y aunque cambiar de aplicación pueda parecer una buena idea, los expertos coinciden en señalar que no hay razones para creer que WhatsApp es menos seguro que otras aplicaciones de mensajería. Como ya dijimos, si el ‘malware’ llega a instalarse en el teléfono, no solo peligran los mensajes de WhatsApp, sino todo lo que tengamos en nuestros dispositivos.
Usar uno y otro servicio de mensajería es un asunto de decisión personal, pero antes de tomar una decisión, hay que tener en cuenta que, gracias a casos como este, las empresas mejoran sus servicios por lo que quizá en nuestra próxima actualización descarguemos un WhatsApp que sea más seguro que el actual.
