¿Cuánto cuesta un iPhone? Esta pregunta se la hicieron en el banco suizo UBS, pero lo institución financiera no pensaba en su precio nominal en dólares ($549 para la versión sencilla del modelo 6), sino el esfuerzo que tiene que hacer una persona en tiempo y trabajo para adquirir el aparato en su moneda local.
El resultado fue un estudio publicado la semana pasada por el banco suizo, el cual ofrece una interesante radiografía que retrata las diferencias que entre los países existen en cuanto poder adquisitivo, salarios y precios.
Así, el estudio halló que un neoyorkino promedio solo tiene que trabajar tres días para comprar un iPhone 6, en tanto que un trabajador de Pekín, China, necesita el equivalente a 27 días de trabajo para adquirir el mismo aparato.
Pero en otros lugares, la capacidad de compra no se mide en días de trabajo, sino en horas. Así, un trabajador promedio de la ciudad suiza de Zurich, necesitan solo 21 horas de trabajo para ganar lo suficiente como para comprar el icónico teléfono.
En Londres, tiene que esperar un poco más, hasta 41 horas y en ciudad de México, hasta 217 horas (unos 27 días).
En Honduras, la compra de un iPhone es un lujo que está fuera del alcance de la mayor parte de la población, pero imaginemos por un momento que Juan Pérez, un hondureño que gana el salario mínimo promedio y no tiene obligaciones familiares, decide dedicar todo su esfuerzo a la compra del costoso aparato. ¿Cuánto le costaría, en términos de tiempo y de acuerdo a su nivel de ingreso?
De acuerdo con informes publicados por diversas fuentes, el salario mínimo promedio en Honduras ronda los 7,850 lempiras mensuales. Supongamos que eso es lo que gana Juan en su trabajo. Con ese nivel de ingreso, su salario por hora sería de 261.66 lempiras diarios, o lo que es lo mismo, 32.70 lempiras por hora en una jornada laboral de 8 horas.
Si tomamos en cuenta que el Honduras, el precio de un iPhone 6 es de alrededor de 22,000 lempiras, el industrioso de Juan tendría que trabajar 680 horas (unos 85 días) para ganar lo que cuesta un iPhone. Claro que este cálculo no considera otros gastos y supone que Juan destina cada centavo que gana a juntar el dinero que cuesta el aparato.
Aunque se trata de un caso extremo y habrá quienes necesiten menos tiempo y esfuerzo para hacer la misma compra, la idea de este ejercicio es ilustrar las diferencias que existen entre los niveles de vida de diversos países y entre lo que ganan las personas y lo que cuestan las cosas.